Tan solo un murmullo.
Llueve con relativo sosiego, sin estridencias,
como agua dormida y liviana.
Por el color del cielo es severa amenaza
y es posible que sea tormenta agazapada
que todavía se lo piensa, agua serena.
La calle está desierta.
Lo que no ha conseguido el estado de alarma
ni tampoco el toque de queda a turnos,
es ahora regalo del cielo
que nadie contradice ni contraviene.
No sopla el viento. Se durmió la brisa.
Es música suave, dulce, monótona y rítmica,
es como un susurro que acompaña
esta tarde noche de todos en casa.
Y tras los cristales, como una cantinela,
un gorjeo de alcantarillado que traga y
calla:
música de agua.
El agua es necesaria, pero ayer estuve "confinado" todo el día por su culpa. Mejor que llueva de noche.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Eso es fácil de arreglar, Cayetano. Ya sé que no podemos contar con el bueno de Mariano Medina, pero sabes que dejó escuela y olo tienes que hablar con alguno de ellos: Mónica López, Albert Barniol, Ana de Roque, Silvia Laplana, Minerva Piquero, Mario Picazo…
EliminarUn abrazo.
Esa música que nos regala el agua tanto en la lluvia cómo en la corriente de un río es totalmente relajante, al menos para mí.Saludos
ResponderEliminarEstoy contigo, Charo, es un don, un regalo inmenso de la naturaleza que debemos valorar.
EliminarUn abrazo.
Lo bueno es que hasta la monotonía si topa contigo, le encuentras su mejor semblante y deja de ser monótona :)
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ohhh, Sara, qué gentil eres conmigo! Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
La monotonía es abrumadora amigo.
ResponderEliminarYa he olvidado los días, me equivoco de fecha.
Los días iguales.
Precioso poema.
Un abrazo Francisco.
Muchísimas gracias, Luján. Es un privilegio que tú (vos) me respaldes.
EliminarUn abrazo.
Lo que es ayer, llovió una buena cantidad. Pude comprobarlo porque puse una serie de cubos y bañitos, para recoger agua de lluvia para las plantas. He terminado llenando 12 botellas de 8 litros de agua,que tenía guardadas, para cuando vinieran la lluvia. Las tengo repartidas entre los dos patios para regar las macetas que tengo .
ResponderEliminarEs buenísima el agua llovidiza para las plantas.
Besos
Tu actitud es todo un ejemplo de aprovechamiento por el que te felicito, Antonia.
EliminarBesos.
"Monotonía de lluvia tras los cristales..."
ResponderEliminarEs inevitable que a la hora de escribir afloren las lecturas, así como las vivencias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Francisco, mejor que sea agua serena, como aquí en Madrid, porque en Valencia no ha sido así...La lluvia tiene muchas caras, puede adormilarnos y también aterrorizarnos.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, amigo.
Muy cerca de Sevilla también han sido grandes los daños por la lluvia extrema. Aquí ha sido mansa y gratificante, además de necesaria.
EliminarUn abrazo muy cariñoso.
Y confinados no hay de otra que admirar esas gotas de lluvia resbalar por los cristales. Lindo poema amigo, saludos.
ResponderEliminarBueno, Sandra, también se pueden hacer otras cosas, como por ejemplo leerte. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Nunca llueve a gusto de nadie. El agua es vida, igual que la de manantial o grifo, como la de lluvia. Sin ésta no habría agua.
ResponderEliminarLa foto preciosa y es el ejemplo que con lluvia nos confinamos.
Abrazos
Qué poema maravilloso, qué cadencia tiene. Eres un maestro de los versos. Cariños.
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