Llevo un beso
amasado en mis labios
esperando contigo el
encuentro.
Lo ensayé
largamente, modelé
la carnosa calmada
armonía
y cada una de sus
fricciones,
el intercambio de
jugos y su efecto analgésico.
Un beso que se macera
en la espera
de un encuentro una
y otra vez fallido.
Calculé la
distancia, la torsión de tu cuello
y mi cuello, el
encuadre perfecto
que hará coincidir
tu apetencia y la mía
si algún día se
produce el encuentro.
Llevo un beso
amasado en mis labios
esperando contigo el
encuentro.
Y con él otras mil
carantoñas
con las que
fecundar un manjar suculento,
y mis manos de artrópodo
ágil
cada día ensayando
el momento.
Como decía la canción, a dónde irán los besos que no damos. ¿Tendrán fecha de caducidad? Tú, por si acaso, guárdalo para cuando tengas oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Espero que no fermentem, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Suelta el beso pronto, puede que si se tarda no se pueda dar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguiré tu consejo, Emilio. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Muy bonito el poema. Realmente un beso es un gran analgésico y cura muchas dolencias. Ahora que no nos podemos besar, no tenemos ese analgésico. Precioso. A tu esposa si le puedes suministrar montones de analgésicos a diario. Este medicamento no es dañino como la pastilla de paracetamol. Aprovecha.
ResponderEliminarAbrazos
Claro, Isa, por eso ella está tan ricamente ante esta adversidad. Gracias hoy y siempre, Isa.
EliminarUn abrazo.
Es mágico imaginar el beso y en estos momentos viene mejor aún. Tan desmenuzado, equilibrado y pensado que se pudo revivir. Un abrazo grandote
ResponderEliminarGracias, Rosa María. Si te he hecho revivir momentos me siento afortunado de haberlo conseguido.
EliminarUn abrazo.
Imaginarlo es otra fase esencial de sentir un beso, ése primigenio que tanto nos hace falta y sentimos único e íntimo, tan personal que se macera en el alma.
ResponderEliminarEstupendo...un abrazo y cuídate mucho.
Así es, Jorge, el previo, esa fase en la que se formula todo en el pensamiento, es siempre gozosa y sin fallos, es toda ella entrenamiento.
EliminarUn abrazo.
Espero te salga a la perfección cuando tengas ese encuentro....Yo tengo acumulados besos sin dar a mis hijas y nietas y estoy deseando deshacerme de ellos.Saludos.
ResponderEliminarUn día podrás descargarte de todos ellos y ser lo feliz que mereces, Charo.
EliminarUn abrazo.
Ahora esas manifestaciones amorosas, tienen bastantes limitaciones...ya ni siquiera podemos tener contacto físico al saludarnos.
ResponderEliminarBesos
Es cierto, pero no está prohibido soñar, amasar besos para cuando llegue la ocasión.
EliminarBesos.
Que hermoso poema. Un beso que anhela el momento del encuentro. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Sandra.
EliminarUn abrazo.
El invierno lo mantendrá muy bien conservado, esperemos con ilusión.
ResponderEliminarAbrazo.
¡Genial! Te aplaudo.
ResponderEliminarEs triste ese beso a punto de enmohecer... pero a la vez todo el poema es ingenioso y gracioso... ¿cómo lo haces? ;)
Nos dejas una muestra de amor a los seres queridos, a la misma vida, Francisco. Ese beso tendrá su momento, porque todo lo que deseamos de corazón al final se cumple, como un milagro, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación por tu creatividad ingeniosa.
Mi abrazo y mi ánimo, Francisco.
Siempre que miro ese cuadro me inquieta, tengo que dejar de mirarlo. Hoy ha sido la primera vez, que ante la lectura de tus preciosos versos, he logrado mantener la mirada puesta en él. Gracias por la experiencia.
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