Busqué y finalmente
seleccioné la
arcilla,
la amasé con agua y
sudor,
la dejé reposar un
sueño creador
y se fue perfilando
en mi mente
la estructura y las
formas soñadas.
De ahí pasó a mis
manos
como impulso, sin
saber muy bien
cuál era el bosquejo
definitivo
y acabó tomando
vida en semejanza,
como todo universo
artístico
con el que el
hombre emula a la naturaleza.
Yo vi cómo nacía,
cómo una mano
misteriosa
dirigía mis
movimientos
como guiados por
impulsos irrefrenables,
y me dejé llevar, y
tembló mi voz
cuando de aquellos
labios de barro
quise escuchar el
tartamudeo
de un sincero
agradecimiento.
Las manos del escultor obedeciendo a esa "voz interior" que a veces se apodera del que crea una obra y que muchos llaman musa o inspiración.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Los procesos creativos son todos ellos similares, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Todo lo que somos capaces de hacer con las manos o la mente son motivo de un orgullo especial por el mero hecho de haber salido de nosotros mismos y ese agradecimiento de la obra sale de nuestra mente agradecida por el trabajo hecho. Mis poemas los publico en mi Blog y en Facebook, tengo uno preparado para este domingo que comienza el Adviento.Saludos poeta.
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo, un día más. He localizado tu blog y lo he memorizado para que no me pierdas ninguna de tus publicaciones. Me alegro por ello y te lo agradezco.
EliminarUn abrazo.
El escribir es solo eso, dar forma a las palabras según los planos que solo tu mente te dicta.
ResponderEliminarUn abrazo
Digamos que son ejercicios paralelos: moldeado, escultura, pintura, escritura... todos los actos creativos.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Que bonito como lo has escrito.
ResponderEliminarHay que estar predispuestos para sacar cosas bellas tanto en la escultura como en cualquier otro tipo de arte.
Estar relajado y bien centrado.
No como yo que hoy voy a la carrera y allí donde dejo comentario, dejo algo mal escrito.
Buena foto y buen poema
Abrazos
Que no oiga a nadie hablar mal de ti, Isa, ni siquiera a ti misma, ¿me escuchas y entiendes? Relájate, solo se puede llegar hasta nuestros límtes.
EliminarUn abrazo.
De las manos del escultor, salen esas Vírgenes y esos Cristos que tanto veneramos. eEsta Semana Santa pasada, no pudieron salir a la calle y como la situación no se remdie, me temo que la Semana Santa que viene tampoco podrán salir.
ResponderEliminarBesos
Me temo que vamos por el mismo camino. En la última revista de mi hermandad salió un escrito mío (me fue pedido) que hablaba de esa sensación de vivir un Lunes Santo sin nuestras imágenes en las calles de Sevilla.
EliminarBesos.
¡Pero qué bonitooooo! Si te ha salido un cuento en poesía...
ResponderEliminarMuchas veces narras e imaginas fantásticamente en tu poesía; es muy peculiar, y me encanta (podrías hacer micros o prosa poética).
Un abrazo :)
Gracias, Maite. Solo me divierto ejercitando la mente para que envejezca más lentamente. No tengo otros propósitos. Te agradezco los estímulos que sueles darme, los cuales me estimulan mucho.
EliminarUn fuerte abrazo.
El buen escultor, como el buen poeta pone su alma en la obra y la obra acaba dándole las gracias. Hermoso relato, Francisco. Todos tenemos esa arcilla en nuestras manos y vamos dándole forma. El Creador nos inspira y nos mueve cuando ponemos voluntad, confianza y constancia. Bendita esa constancia, que siempre nos dejas en tus letras, amigo. HaY que seguir cuidando la mente y el espíritu, hay que seguir moldeando "la arcilla" con entrega y amor.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu profundidad.
Sin dudas pongo el alma en todo lo que hago, María Jesús. Aunque no siempre salen de mis manos obras de arte, sí artesanía. Gracias por tus estímulos constantes.
EliminarUn fuerte abrazo.
Las manos del escultor son mágicas, crean obras preciosas, como tus manos amigo Francisco que crearon este preciso poema. Saludos.
ResponderEliminarEres un encanto de ternura, Sandra. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.