Sobre la tarima despojada y
sola,
tres o cuatro sillas de anea
viviendo la desnudez del
aislamiento;
como telón de fondo una nube
azul densa y virando a violácea
que se proyecta desde la
maquinal entraña
de la tecnología. Luz fría,
neutra luz
como sombra acentuada
con ansias irrefrenables de
ocuparlo todo;
desde el foro, una guitarra
ríe a carcajadas
escalas por alegrías
y un talle enjuto de mil
lunares
revolotea el entablado con
olas
como flecos de nácar que se centrifugan
hacia el cielo.
Por la bata de cola se
escapa un “quejío”
que se constriñe en fuga
recogiéndose en sí mismo,
y unas manos leves como
palomas de algodón
armonizan el encuadre como
volcán
de erupciones espasmódicas
o acero dúctil y rítmicas
escaramuzas.
Música, baile y poesía. Al unísono.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
En síntesis todo es música: el arte que todo lo engloba, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Es la que le faltaba a mi foto, una preciosa poesía al pie de ella. No me importa amigo que la hayas utilizado. No he visto más coincidencia que hay con el texto. La guitarra no se ve pero se intuye, también había guitarristas a la izquierda del escenario.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Besos
Cuando tomé la decisión, antes, cuando decidí guardarla, sabía que no te opondrías y por eso me he atrevido. Para mí es un honor participar en una obra común contigo.
EliminarBesos.
Y después de leerte solo se pude decir. ¡Olé! pues haces que se sienta el baile como si fuese real aquí y ahora. Un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias, Chelo, por ese olé.
EliminarUn fuerte abrazo.
Dentro de esa ambientación detallada hemos podido oir las risas de la guitarra, ver olas de lunares y flecos y sentir el "quejío" y las manos-palomas de algodón...Muy acertado y completo ese baile flamenco de metáforas, Francisco.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
La magia de esa foto lo ha puesto fácil para escribir y para interpretar lo escrito. Comparto tu felicitación con la autora de la fotografía, pero el abrazo me lo quedo para mí.
EliminarHe vivido ese baile a través de tus versos, sólo me ha faltado ponerme a dar palmas.Saludos cordiales
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Charo, por esa danza tuya que me emociona.
EliminarUn abrazo.
Me encanta cómo lo cuentas, a ritmo de soleares salpicado de: silla de anea, olas como flecos, bata de cola.. Me ha encantado ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarTanto como a mí me ha encantado tus palabras, Manuela.
EliminarMi agradecimiento y un abrazo.
Lo mucho que me encantan vuestros bailes. Y con tus letras... ¡imagínate, completo el cuadro!
ResponderEliminarBesos sobre el tablao.
Un día habré de cantarte los aromas que tú esparces cuando besas, cuando abrazas y cómo lo haces con gusto y arte.
EliminarUn zapateado abrazo.
Un poema lleno de sensibilidad flamenca, donde los sonidos de la guitarra dan ritmo a cada versos y éstos bailan por sí solos un apasionado zapateado y ¡Olé!
ResponderEliminarEso es lo que he tratado de simular, si acaso así lo percibes es que no estuve desencaminado. Muchas gracias, Más.
EliminarUn abrazo.