Nuca estuve en Salamina,
ni en Ítaca, ni en las
Termópilas,
tampoco en la Arcadia,
pero de allí estas
cicatrices heroicas
y la metralla que altera mi
entendimiento;
aventura silente
que se forma en las lecturas
y en el deseo del
conocimiento.
Tampoco me embarqué con
destino al Pireo,
pero reconocería su dársena
y la escarpadura con la que
toma altura
elevándose hacia lo sublime,
siempre pensando en el ágora
ateniense
como destino y abrevadero.
Con Polifemo, recolecté uvas
y me sacié del néctar,
me deleité con el sonido de
la lira
y amortigüé el estruendo de
sus ronquidos;
todo por encontrarme con la
luz de su mirada,
de la que quedé esclavo para
siempre.
No es galantería, es amor,
es pasión por ese encuentro
que sigue a la espera
y que se filtra por las
aguas del Egeo.
Me has dado donde duele: el Egeo, la cueva de Polifemo... Tengo una deuda pendiente con Grecia, a la que debo parte de mi conocimiento. Yo tampoco estuve en las Termópilas, pero quedan los libros y la memoria escrita de otros.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Y disculpa la corrección.
Gracias siempre a ti, Cayetano, por tus comentarios. Imaginaba al escribirlo que ibas a latir por el mismo costado.
EliminarUn abrazo.
Ya sabes que a Grecia la llevo hasta en el apellido.
EliminarOtro abrazo, Paco.
Emparentado con la diosa Gea (Tierra), luego la estirpe no hay que justificarla.
EliminarOtro abrazo.
No me digas que no hubiera sido bonito ver aquella movida entre griegos y persas, yo la hubiera disfrutado.
ResponderEliminarMe gustaría ir a Grecia de turista pero siempre que he hablado con gente que la ha visitado me dicen que se han llevado algo de chasco.
Un abrazo.
No he visitado Grecia, pero si consigo hacerlo, tengo claro que me tocará hacer algo similar a lo que sucede hoy día con el idioma griego: la gente no habla griego clásico y nosotros tenemos que ver lo que veamos e imaginar aquello que hemos leído de otro tiempo que sólo está en los libros. Así que anímate, tú que eres un jovenzuelo ágil.
EliminarUn abrazo.
Grecia, cuna de nuestra cultura y de nuestro sentimiento...También a mi me gustaría visitarla y disfrutar de sus ruínas, que un día fueron un pueblo esplendoroso, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Organicemos un viaje colectivo, donde a la curiosidad por el conocimiento se una la amistad, María Jesús.
EliminarUn fuerte abrazo.