27 noviembre 2018

PESO ESPECÍFICO




La luz del otoño por la ventana
inclinando la opacidad de la tarde
sobre la mesa camilla. Silencio.
Tan sólo el rasgar de la pluma
sobre el pliego, arañando recuerdos
y suturando viejas heridas, relamiéndolas,
como úlceras irreverentes.
En el pulso, tu pálpito, el latir de tus labios en los míos
que me ha dejado este amargo abandono;
en la caligrafía, los rasgos que me han contagiado
y que ahora surcan el papel
musitando rasguños en tu piel
y una esperanza perdida que se rebela,
una expectación que tiene más de ilusorio
que de peso específico.

4 comentarios:

  1. Me gusta esa metáfora de la pluma rasgando la piel mientras escribe. La pluma puede restañar heridas pero también abrirlas como un bisturí.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Estás en lo cierto, Cayetano. Con la misma herramienta que el cirujano abre, extirpa lo dañado y repara. Gracias siempre y cada día.

      Un abrazo.

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  2. La pluma, vehículo de todo. Capaz de construir y destruir. La tuya siempre ha sido magico-hacedora-atrapasueños-y-escoba-de-pesares.
    Más besitos de anís. Te los dejé al lado del tintero.

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  3. Un bue escrito con unas metáforas magnífcas.Saludos

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