Sorteando baches,
levantándome de algunas caídas
al tiempo de sacudirme la ropa
y evaluar daños,
poniéndome curas cuando era menester,
me dijo una voz misteriosa:
¡Qué
gran suerte la tuya,
donde
la desdicha es siempre pasajera
y
la felicidad,
esa
misteriosa energía que suma,
divide
y hace promedios,
la
que mueve las olas que mecen con dulzura tu vida!
La vida es un suma y sigue,
un tránsito entre fiestas y sobresaltos,
una amalgama de luces y sombras:
la resultante de un polinomio
que cada quien evalúa desde su emotividad.
Yo te hacía más de letras. En fin... Las matemáticas dan mucho juego.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Estudié bachillerato de ciencias, pero luego me enamoré de la Literatura y sigo sin ser nada. Bueno sí, un jubiloso jubilado.
EliminarUn abrazo.
Cada cual evalúa sus luces y sombras, Francisco...Lo importante es que lo positivo pese más en la balanza y nos impulse a seguir adelante.
ResponderEliminarMi felicitación por ese "suma y sigue" optimista.
Mi abrazo, amigo.
Muchísimas gracias, María Jesús, por tus estimulantes comentarios.
EliminarUn fuerte abrazo.