26 abril 2025

CONJUGANDO TIEMPOS

 




El presente es huida, éxodo, deserción,

escapatoria fugaz de un visto y no visto;

en cuanto se desvía la mirada

ya es realidad transformada

en una pose que tuvo lugar anteriormente,

un fuguillas de mal asiento, siempre desubicado,

con la vigencia urgente del pensamiento,

ya casi demora rezagada.


El pretérito, en cambio,

ese trastero donde con bastante desorden

se colmata el gesto torcido

de aquello que se llevó la precipitación

y que, selectivamente,

acude a la memoria a capricho

y sin ningún orden establecido;

un caos que se acentúa

según el calendario se despuebla

en su constante fase otoñal:

una realidad duradera y caótica

que embota la mente y hasta produce atascos.


El futuro es pura elucubración,

una ilusión que pocas veces se cumple;

las maquinaciones se van

por el rebosadero de la abundancia

y antes de que llegue su momento

ya forma parte de la alineación del olvido,

o por el contrario se demora y se demora

eternizándose sin llegar a ser nunca.


Y si como es notorio la perfección no existe,

¿qué puedo decir del pluscuamperfecto?

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