20 abril 2025

COMPLEMENTARIOS

 




Tú eres el alba en mi despertar

y yo el gallo que canta eufórico

al comprobar tu mano en mi mano.


Tú eres el otero desde el que se divisa

la frondosidad jubilosa de la vida

y yo la sonrisa que en ti se complace.


Tú eres la fuente que mana incesante

y que provoca mi sed sempiterna

y yo el siempre sediento e insatisfecho.


Tú eres la montaña inaccesible

y yo el obstinado de los ochomiles

que te aborda por todas tus caras.


Tú eres la corriente mansa entre meandros,

con sus pronunciadas y sinuosas caderas,

y yo el torrente alocado que salta entre riscos.


Tú eres el valle fértil siempre verde

que da a manos llenas el ciento por uno

y yo el roble aislado en medio de la nada.

4 comentarios:

  1. Magnífico poema de amor, muy sentido. Te felicito.

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  2. Hermosas metáforas para un poema de amor humano y divino...Puede tener varias interpretaciones, amigo poeta...
    Mi abrazo y feliz semana de Resurrección.

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    1. Me encantan los poemas abierto, esos que se prestan a múltiples interpretaciones.
      Un abrazo.

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