26 junio 2024

Y ALLÁ, LA MAR

 



Quedaba muy lejos,

pero desde mi ventana

se veía la mar.

Hasta se veía la silueta

cuando cruzaba un gran barco.

Era un mirar al que había que ponerle

dosis de imaginación.

Desde mi cuarto no se olía,

tampoco se apreciaban las olas

ni el faenar fatigoso de los marengos,

ni en remate de tanto esfuerzo

en una subasta.

Sigo sin entender

la mediación del agotador trabajo

rematado en una subasta.

La mar, desde mi ventana,

era una acuarela,

una infinita masa añil,

a veces turquesa,

un azul movible, según los días,

que no lograba fijar

con los lápices Alpino en el cuaderno.

Tampoco se veía la playa,

quizás por eso,

era feliz bañándome en el río.

La mar, desde mi ventana,

era algo tan lejano e ilusionante

como hoy día lo es

pensar en mi infancia,

volver a ser niño.


12 comentarios:

  1. La mar no es necesario que esté en primera linea para sentirla y recordarla, pasa lo mismo con la infancia si fué ilusionante, no todas lo son.
    Un abrazo

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    1. En verdad todo lo que a uno le impresiona positivamente deja una huella indeleble, Emilio.
      Un abrazo.

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  2. Yo soy mucho más de secano que tú , aún recuerdo la primera vez que vi el mar. Un abrazo

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    1. Esa es una experiencia inolvidable, Chelo. El mar es mucha mar.
      Un abrazo.

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  3. Por muy lejos del mar que tengas esa ventana, nunca es comparable, con la gran cantidad de km, que me separan de él. Quizás estés a 1 km o poco más y eso no es tanta distancia.
    Un abrazo.

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    1. Realmente próximo, aunque no conozco la distancia en línea recta, Antonia.
      Un abrazo.

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  4. Amigo Francisco yo sólo veo el mar en fotografías pues me queda a bastantes kilómetros de distancia. Lo de bañarse en el río también lo hacía yo, y cómo lo disfrutaba. Saludos

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    1. A pesar de la distancia, Charo, seguramente te gusta el mar y una mera fotografía o u vídeo te crea la ilusión de disfrutarlo.
      Un abrazo.

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  5. Cuando alcanzamos el mar de la experiencia ya hemos crecido, pero no podemos volver a alcanzar el mar de la inocencia, Francisco...Muy bello, amigo.
    Mi abrazo y feliz semana.

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