Quedaba muy lejos,
pero desde mi ventana
se veía la mar.
Hasta se veía la silueta
cuando cruzaba un gran barco.
Era un mirar al que había que ponerle
dosis de imaginación.
Desde mi cuarto no se olía,
tampoco se apreciaban las olas
ni el faenar fatigoso de los marengos,
ni en remate de tanto esfuerzo
en una subasta.
Sigo sin entender
la mediación del agotador trabajo
rematado en una subasta.
La mar, desde mi ventana,
era una acuarela,
una infinita masa añil,
a veces turquesa,
un azul movible, según los días,
que no lograba fijar
con los lápices Alpino en el cuaderno.
Tampoco se veía la playa,
quizás por eso,
era feliz bañándome en el río.
La mar, desde mi ventana,
era algo tan lejano e ilusionante
como hoy día lo es
pensar en mi infancia,
volver a ser niño.
La mar no es necesario que esté en primera linea para sentirla y recordarla, pasa lo mismo con la infancia si fué ilusionante, no todas lo son.
ResponderEliminarUn abrazo
En verdad todo lo que a uno le impresiona positivamente deja una huella indeleble, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Yo soy mucho más de secano que tú , aún recuerdo la primera vez que vi el mar. Un abrazo
ResponderEliminarEsa es una experiencia inolvidable, Chelo. El mar es mucha mar.
EliminarUn abrazo.
Por muy lejos del mar que tengas esa ventana, nunca es comparable, con la gran cantidad de km, que me separan de él. Quizás estés a 1 km o poco más y eso no es tanta distancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Realmente próximo, aunque no conozco la distancia en línea recta, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Amigo Francisco yo sólo veo el mar en fotografías pues me queda a bastantes kilómetros de distancia. Lo de bañarse en el río también lo hacía yo, y cómo lo disfrutaba. Saludos
ResponderEliminarA pesar de la distancia, Charo, seguramente te gusta el mar y una mera fotografía o u vídeo te crea la ilusión de disfrutarlo.
EliminarUn abrazo.
Cuando alcanzamos el mar de la experiencia ya hemos crecido, pero no podemos volver a alcanzar el mar de la inocencia, Francisco...Muy bello, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana.
Muchas veces se avanza perdiendo, María Jesús.
EliminarUn abrazo
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ResponderEliminarPlease read my post
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