Una luz radiante,
exclusiva protagonista
en el mortecino encierro buscado.
Unos destellos,
el mismo fulgor de su trascendencia
presidiendo cada una de las veladas
como ocasión única.
Palabra serenísima,
oportuna y eficaz. Como rayo que centellea.
Punta de lanza acogedora,
rotunda como el desafuero de la plenitud
en medio de los silabeos
de un cónclave de elegidos.
En sus labios la precisión
y en sus manos y ademanes
el complemento que viste de gala lo cotidiano
y lo envuelve de un aire excepcional.
Afuera
se concita la aurora desde la víspera,
y en el jardín la noche uniformada:
árboles, setos y plántones
bajo la tupida sombra arracimada;
solo los aromas compiten
elevando sus gorjeos hasta quedar afónicos.
Todo es reverencial hacia el interior,
donde la palabra viste los más bellos ornamentos
evocando mundos impronunciados.
Toda la luz y la elocuencia nace en sus labios,
en el poder creativo y sugerente
que palidece y gravita al bajar un tono.
Besaría sobre sus palabras. Las acariciaría.
Mejor aún, las ensartaría de forma arbitraria
con la certeza previa
de conseguir un “collage” sublime.
Una luz, unos ecos radiantes
perviven y suenan en Velintona,
a la Sombra del Paraíso.
Bonito homenaje le das a Velintona, seguro que tienes agradables vivencias del lugar. Saludos
ResponderEliminarLa principal de todas las vivencias, haber leído su obra, Charo.
EliminarUn abrazo.
Te has lucido, con ese bello poema, que has compuesto.
ResponderEliminarFeliz domingo. Un abrazo.
Muchísimas gracias. Sin dudas, aunque sea por medio de un objetivo, saber mirar.
EliminarUn abrazo.
Ufff, hay está esa casa del gran Vicente Aleixandre, eternizando su palabra pura y contundente...Su jardín reverenciando, guardando y murmurando la belleza y la elegancia de su gran obra...A la sombra del paraíso...Precioso Francisco. Si Aleixandre te lee desde donde esté se sentirá muy honrado y agradecido por tu bello homenaje.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado, amigo poeta.
Muchísimas gracias, por tus palabras, querida María Jesús.
EliminarUn abrazo muy entrañable.