21 junio 2024

ETERNIDAD

 





La juventud escalaba por tus piernas,

se relajaba mínimamente en tus caderas

y seguía ascendiendo

hasta hacerse aguerrida en tus labios,

donde se pertrechaba de un ramillete frutal,

un eficaz excitante de mi sed

y se hacía sonrisa radiante.



Dos pétalos de rosas daban licencia

a tu pronta sonrisa,

a la música de tu silencio

y a la avidez de tus ojos.

Escanciabas alegría como de un aljibe sin fin

con pasillo secreto a lo inagotable.



Tu presencia, atrio de palacio,

las puertas del cielo, el trono soñado

repujado en púrpura y bañado de luz:

oro, piedras preciosas, filigrana y jade,

marfil puro, ─labios adentro─

en el sobresalto de tu sonrisa.



Yo caminaba a oscuras, venía de lo imperfecto,

de un caminar errante de huellas sucias,

y en la urdimbre de tus yedras

estaba la partitura

de mis vivencias de eternidad.

8 comentarios:

  1. Todos hemos pasado desde la niñez a la juventud escalando lo que hemos podido y dejado y hemos llegado a lo que hoy somos, personas mayores que siguen teniendo ganas de seguir viviendo sin molestar a nadie.
    Saludos

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    1. Tal como dices, Emilio, tratando de ser libres y respetar la libertad ajena.
      Un abrazo.

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  2. Que bonito poema y que hermosas vivencias de eternidad. Saludos

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  3. Nos dejas un buen ramillete de metáforas para describir la partitura personal y amorosa de tus vivencias hacia la eternidad...Muy bello e inspirador, Francisco.
    Mi abrazo y feliz fin de semana.

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    1. Muchísimas gracias por tus subrayados, María Jesús.
      Un abrazo cariñoso.

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  4. Respuestas
    1. Un broche de oro es que tú llegues a mi puerta.
      Un abrazo.

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