30 enero 2025

LA IMPACIENTE ESPERA

 




Sentado al borde de la espera,

en la desesperante demora

que se dilata hasta proyectar sombras.


Cantó el gallo y todavía reina la noche,

inquietud y desvelo que bosteza

aguardando el rumor callejero

que precede al clarear del día.


El minutero, afónico, enmudece

y la impaciencia se empeña

en batir todos los récord y palidece.


En la boca, reseca de angustias,

se instala y acomoda el amargor

de la sangre remecida y adormecida.


Un destello imaginado es este flujo

en el que nada sucede, salvo la espera.

Me inundan las sombras. Me asechan.

Me inquietan. Es todavía noche cerrada.

El tiempo mastica y digiere cada segundo

y mi corazón estalla de impaciente espera:

los minutos se agigantan como lomas pardas

donde habitan los cruentos fantasmas.

1 comentario:

  1. me imagino a la muerte, aquella que espera y no desespera en el eterno tiempo...

    abrazos

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