23 enero 2025

SIN CITA PREVIA

 



Tan solo con la media sonrisa

con la que siempre me recibe

me siento guiado y asesorado

por recovecos, pasillos y despachos

donde resolver mi angustia.


Llegué empujado por una ola

de adversidad, sin saber desembarcar

ni si encontraría amarra

o mamparo al que asirme

en medio de la tempestad.


Se me hicieron siglos los minutos,

mas al levantar ella su mirada

por debajo de la media melena,

me sentí abrigado en mi desesperanza

y supe que escondía un triunfo,

un código secreto con el que ampararme.


Cuando la eficacia hace concordancia

con la dedicación y la amabilidad extrema,

todas las ecuaciones son resolubles.

2 comentarios:

  1. Sí, un código secreto con el que ampararme.

    🌹 Escribes como los Ángeles.
    Un abrazo

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  2. Lo conozco bien, por haber visitado a un familiar que estaba ingresado.Afortunadamente todo resultó bien.
    Un abrazo.

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