Juegan. Siento vergüenza de
ser hombre,
de mí y del resto de los
hombres.
Quiero. Quiero volver a ser
niño
para no dejar de serlo jamás,
para jugar,
para mirar con ojos de miel
todo lo que emporcó el
hombre
dejándolo desnudo y
desabrido
con su mirada egoísta y
avara.
Necesito jugar, volver a ser
niño,
regresar a la palmatoria de
la inocencia
donde brilla la luz,
donde todo se solventa
jugando.
Juegan. Ellos juegan con
nuestras vidas,
juegan con nuestro desteñido
presente
adueñándose de nuestro
futuro;
ellos son la cizaña que
emponzoña
el pan y el mijo de nuestra
hambre.
Juegan. Somos sus marionetas,
sus tubos de ensayos, sus
experimentos
malévolos, el magma que
sobra
a las joyas que quieren
engarzar
y dejarnos sin pan, sin
agua, sin juegos,
sin jugo, sin juguetes, sin
vida.
En el tablero, somos piezas
a comer,
fichas que se matan y
cuentan tantos
con fechas de derrota, de su
victoria.
Juegan a que no seamos,
a que no contemos. Juegan a
dioses
y recrean y se reparten la
Creación.
Juegan. Son fuertes con los
débiles,
muy enérgicos, enemigos
invencibles.
Quiero volver a ser niño… volver a ser.
Una preciosura Francisco.
ResponderEliminarYo también quiero volver a ser niña . Recuperar la inocencia . "Necesito jugar"
Igual, no te olvides que sobrevive nuestro niño interior.
Me encantó.
Apapachos.
Feliz domingo !
En verdad, no quiero volver a nacer de nuevo; me gustaría crecer en inocencia y que todos permitieran que cada ser humano pueda vivir y gozar su infancia.
EliminarApapachos.
Pese a una infancia feliz, no estoy seguro de querer volver a ser niño. A clavo pasado nuestros recuerdos de niñez son, en nuestro caso, idílicos, pero hemos olvidado que es un periodo difícil de muchos cambios y adaptaciones, no, no tengo claro volver a mi niñez por feliz que fuera.
ResponderEliminarLuego están "los otros" niños lo que viven en "otros" mundos, los que huyen o los que no llegan a ser porque mueren antes.
Como poema, me gusta, trasladado a la realidad, es otra cosa.
Un abrazo.
Si observas (si es que lo he conseguido) no es sólo el niño quien juega; hay otros que juegan a no permitir que los niños jueguen, a acabar con su infancia. Un doble juego, Emilio. No quiero volver atrás, aunque me gustaría tener menos malicia.
EliminarUn abrazo.
Algunos secuestran los juegos de los niños, roban infancias... Triste realidad que muchos sufren.
ResponderEliminarUn saludo.
A esos robos son a los que me refiero, Cayetano, a quienes no permiten a los niños ser niños, a quienes juegan con la felicidad de los demás.
EliminarUn abrazo.
Bravo, simplemente.
ResponderEliminarQuisiéramos ser niños para no ser conscientes de es juego macabro, que mueve nuestro mundo...Hay una lucha intensa entre el bien y el mal, Francisco...Confiemos en que la energía espiritual positiva, que late en cada uno de nosotros y en los seres celestes que nos rodean vayan difuminando poco a poco el mal, confiemos en ello.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y feliz semana.
M.Jesús