Quiero escribir palabras
sonoras:
alféizar, cascada, campanil,
repique,
volteo, tintineo, risotada, fragua,
forja;
oración, plegaria… Voces.
Voces inquebrantables para
este silencio que aturde.
Busco.
Busco una sombra
con la silueta de tu cuerpo,
con la fragancia inequívoca
de tu arrebatado cuerpo en
mi mente.
Busco.
Busco una palabra
con la que levantarme de mi
postración,
de esta languidez
con la que me envuelve el
silencio;
tu silencio,
mi ensayo de muerte.
Busco.
Busco la huella
que me lleve a ti
con palabras sonoras:
vuelve, amor, vuelve al
hueco de mis manos,
donde con ahínco pronuncio
tu nombre en silencio.
vuelve, amor, vuelve al hueco de mis manos,
ResponderEliminardonde con ahínco pronuncio
tu nombre en silencio.
Lindos versos, Francisco Eres un buen poeta.
Un abrazo.
Gracias, Josefa, por no cansarte de mí, por tus palabras de aliento.
EliminarUn abrazo
Juan Ramón lo intentó toda su vida y no sé si encontró al final la palabra adecuada.
ResponderEliminarUn saludo.
Juan Ramón era como Penélope, destejía una y otra vez con la obsesión de la palabra exacta de la pulcritud bella. Yo soy un mero aprendiz que busca, pero que siente especial apego por lo último y guarda desordenado lo anterior. Gracias por la comparanza.
EliminarUn abrazo.
Hay palabras que por su sonoridad nos gusta repetirlas una y otra vez.Soy una enamorada de ellas, bueno... de todas en general.
ResponderEliminarEso se te nota sin que lo hubieras declarado.
EliminarBesos.
Hola Francisco. Un poema de lujo. Una belleza.
ResponderEliminarHe comprobado en mis largos años de lectora compulsiva que los que escriben se enamoran de las palabras y se repiten. Me ha pasado muchas veces, salvando las distancias, claro.. Yo sólo soy una obrera de las palabras , lo digo en mi perfil.
Las palabras son como los amores , se te meten en el alma y te miman.
De tus palabras sonoras elegí CASCADA, me re gusta..
Apapachos ( una palabra que acaricia el alma.)
Es un lujo contar contigo a diario, María del Carmen, un lujo impagable. Es verdad que los poetas acaban con un abanico de palabras que repiten una y otra vez. Creo que a mí también me sucede. Debe haber en la mente un rincón recurrente de términos que siempre afloran; sólo los grandes tienen la capacidad de sombrar una y otra vez y deslumbrar al lector con sonidos y luces nuevas cada vez.
EliminarApapachos.
Francisco, las palabras son mágicas y no sólo nos ayudan a expresarnos y comunicarnos, también nos curan, nos alienta, nos inspiran y nos elevan...Me uno a ti en este homenaje a las palabras, que nos ayudan a crear y recrear la vida.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y mi cariño.
M.Jesús