16 septiembre 2015

MARCHITO



Llegué con antelación,
colmado de impaciencia, inquieto
por escabullirme entre tus brazos
y jadeante por el galope
de mi corazón desenfrenado.
Hacía casi una semana
que había tenido que contentarme
con sobredosis de imaginación
para deleitarme con el aroma
de tu cercanía.
Soñaba cada minuto en verme
reflejado en el brillo de tus ojos,
en el mar en calma de tus pupilas.
No estabas a la hora convenida
e inventé para ti excusas
por cada una de las posibles preguntas,
en caso de poder hablar y no verme preso
en la arropía escurridiza de tus labios…
Pasaba media hora, me levantaba y sentaba
con el azogue de la impaciencia;
el jinete de mi corazón
me sacaba tres cuerpos y seguía avanzando;
caía la noche, crecía la hierba
bajo mis pies y la vida se iba paralizando
hasta hacerse un fotograma
en blanco y negro, las flores ya marchitas…
No he vuelto a saber de ti,
ni quiero saber de mí,
de mi vida tronchada en un banco de hierro.

10 comentarios:

  1. Si después de una vorágine de sentimientos hasta donde buscamos justicia a la ausencia de la amada, y cuando ya no llega la vida se corta, !oh¡, cuánto sufrimiento habremos pasado, cuántas pasiones amargas nos quedan como un duelo ante aquello que se ha muerto inexorablemente...

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    1. A veces son duelos inmerecidos, ya que no hubo compromiso, sino pasión loca por parte de un soñador que imaginó lo que nunca tuvo correspondencia.¡Ay, Vicente, cuántos jirones del alma se lleva las pasiones!
      Un abrazo.

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    1. Te lo agradezco mucho, Assumpció, pues tu opinión cuenta mucho para mí.
      Un abrazo.

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  3. No hay cosa peor que una desesperante espera.
    Un saludo.

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    1. Sí, Cayetano, que la espera sea en vano, que no llegue ni siquiera muy tarde.
      Un abrazo.

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  4. Los amores platónicos son muy dolorosos, menos mal que suelen darse en etapa juvenil... Escribir todos los días presupone disponer de una buena estantería para ir recopilando tan fecundo material. Enhorabuena

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    1. Gracias, Carmen por tu comentario. De él deduzco que no es la primera vez que me lees y eso es muy de agradecer.
      Un saludo afectuoso.

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  5. Me encantó Francisco.
    Un canto al amor que espera ... y desespera.
    Una preciosura.
    Apapachos.

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    1. Imaginé que te gustaría, María del Carmen. Gracias por tu amistad que es más bella aún que tus comentarios.
      Apapachos.

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