Te despediste, Miguel, hace casi año y medio. Un larguísimo periodo de ausencia, tiempo en el que sólo eras presente para tus hijas y para Fátima, la mujer que te estuvo cuidando. El ictus fue severo, pero no traía el pasaje para la barca de Caronte y te concedió una prórroga infame que te acercó al estado vegetativo. Eran los días de Navidad cuando se produjo el parón y dejaron de llegar tus numerosos correos, tus presentaciones, tus músicas, tus pinturas, tus consejos informáticos y tu cariño pródigo diario. Podría decir que te he llevado luto todo este tiempo, aunque es hoy cuando recibes sepultura.
Eras un hombre luminoso, Miguelito el de la luz, como lo fuera tu padre y tu hermano, todos empleados de la compañía eléctrica. Fuiste un virtuoso de todo aquello que hiciste. En Manilva, el pueblo donde te llevó el trabajo, todos te admiran. ¡Te debo tanto, espejo eterno! Eras un intelectual ocupado en el oficio de vivir, pero en un mundo prosaico donde sobrenadabas sin esfuerzos. La lectura, la música, la filatelia y la fotografía eran los recursos por los que escapar de la mediocridad. Todos te buscaban; todos te aplaudían y tú tenías recursos para todo, incluso para aquellos que emigraban a Francia y les traducías las condiciones laborales. Llegada la jubilación fuiste a clases de inglés e informática. Has vivido, Miguel, como un intelectual de pueblo.
Cuando murió Ana, tu esposa, ya estabas ausente. Tus hijos entendieron que mi lugar estaba junto a ti y me invitaron a salir del tanatorio. Me mirabas con fijeza, yo con compasión. No nos decíamos nada, pero nos seguíamos amando por encima de los lazos de sangre. Hoy estás recibiendo sepultura y yo no puedo acompañarte. Ya sabes, Miguel. Tú no necesitas explicaciones y yo no me siento obligado a darlas. Te quiero, Miguel; te quiero para siempre.
Cuando un amigo se va... Algo se rompe dentro de nosotros. Morimos un poquito.
ResponderEliminarUn saludo.
Descanse en paz. Es muy triste ver cómo se va un amigo y nunca podrás compartir una charla, una cerveza, con él.
ResponderEliminarUn beso Fco.
Qué duro es despedirse de las grandes personas que hemos tenido la suerte de toparnos. A pesar de la tristeza, siempre quedará la fortuna de haberlos conocido y disfrutado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, compañero.
Descanse en paz. Seguro que está muy satisfecho de que no le puedas acompañar en éste último viaje.
ResponderEliminarSaludos
El cariño permanece por encima de las vicisitudes de la vida. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBuffff muy sentido lo que dices la verdad es que llegan al alma tus palabras, Francisco, seguro que le han llegado allá donde esté.
ResponderEliminarUn beso.
Alguien que vivió así inspirando tu afecto y las palabras de tu entrada de hoy, sin duda tiene que sentirse satisfecho. beso
ResponderEliminarFrancisco, nunca nos vamos del todo. Algo sutil y profundo se queda al lado de quienes nos aman y ese roce inmaterial del amor es el que perdura indefinidamente. Dios es testigo.
ResponderEliminarUn beso: Juliana
Bueno, es triste la historia que nos traes hoy. Que descanse en paz Miguel, que por lo que cuentas fue un hombre y te ayudó en muchas cosas. Vendrán días mejores. Un abrazo, Francisco.
ResponderEliminarEmocionante y conmovedor texto. Tus palabras destilan amistad sin límites.
ResponderEliminarSaludos
Has puesto tu cariño y dolor por la muerte de tu amigo. Seguro que ya goza de la paz que se mereció.
ResponderEliminarUn beso
Os agradezco a todos las muestras de solidaridad. La amistad es algo que se va tejiendo día a día y este es el camino para conseguirla. Gracias, amigos.
ResponderEliminarUn bello post para recordar a un amigo que siempre vivirá en tu recuerdo y al que gracias a ti hemos conocido un poco.
ResponderEliminarUn beso.
Lo siento mucho amigo, se lo que sientes por propia experiencia, el consuelo lo hallarás pensando que ahora ya no está ausente, ahora está donde quiere estar y seguramente mucho mejor que aqui, descanse en paz
ResponderEliminarSiempre es triste decir adios y despedirse los amigos y seres queridos. Saber que ya no les tendremos más entre nosotros es difícil de asimilar. Pero yo siempre pienso que tuve la oput¡rtunidad de estar, de conocer y de disfrutar de ellos.
ResponderEliminarUn beso
P.D. No me deja entra blogger en mis blogs ni en mi perfil. Asi que comento como anónima)
KATY
Te acompaño en el sentimiento Francisco, el cariño y lo que había entre vosotros siempre permanecerá en ti y bueno los lazos y recuerdos llenos de amor y cariño siempre es bonito y agradable de recordar. Aunque sé que lo echaras mucho en falta, a las buenas personas se les echan de menos.
ResponderEliminarUn abrazo.