Esta noche tililan las estrellas arremolinadas de dolor
por la sangre derramada. Se ha encendido en el cielo
una luminaria por cada víctima del machismo
y el firmamento es un incendio de llamas llorosas.
He perdido la cuenta; sí, la he perdido en la abundancia;
ya no sabría decir cuántas han caído en lo que va de mes,
en lo que va de año, en lo que va de siglo,
pero todas tenían nombre y apellidos,
una historia personal empapada en sangre inocente;
muchas, muchísimas; tantas como estrellas encendidas
en nombre de un amor descompuesto que no sabe
deletrear las palabras derrota, abandono, alejamiento y olvido.
Una llamarada negra de espanto sube al firmamento
como clamor de quienes, sobrecogidos de espanto,
gritamos en silencio por el dolor de tanta inocencia.
Esta noche tililan las estrellas incendiadas de indignación
ante tamaña primita brutalidad, y me siento abatido,
lloroso, desolado, consternado, afligido, yermo, roto.
Después de estas dos últimas muertes,me siento como tú, pero ¿que se puede hacer?, ¿que podemos exigir a los maestros, políticos, jueces y ciudadanos en general para que esta situación desaparezca?. No podemos seguir escuchando "la maté porque la quería" o igualmente "la mate porque era mía" y esperar a que vuelva a ocurrir, esto ya se pasa de la raya.
ResponderEliminarTiempos estos violentos con energúmenos sueltos por la calle y por las casas. Mientras no cambien las leyes veo difícil que se pueda hacer algo.
ResponderEliminarUn saludo.
"He perdido la cuenta; sí, la he perdido en la abundancia;
ResponderEliminarya no sabría decir cuántas han caído en lo que va de mes,
en lo que va de año, en lo que va de siglo,"
...en lo que va de vida sobre la tierra.
Un abrazo.
Sigue el goteo de unas muertes precedidas, en muchos casos, de torturas durante años. Debería poderse parar y no hay forma. ¿Dónde está el error? ¿Quién debería poner coto al tema?¿Se puede terminar con ésto?
ResponderEliminarUna pena, es como una epidemía imparable. Ojalá diésemos con la fórmula para parar esta locura.
ResponderEliminarEn mi blog de regalos http://katy-agradeciendoregalos.blogspot.com/2011/05/regalo-de-ana.html
Te he dejado un obsequio. No es obligatorio recogerlo (aunque me gustaría que lo hicieras)
Es un pequeño detalle en reconocimiento a tu estupendo blog
Un abrazo
Algo está cambiando, muy, muy despacio como se han ganado tantas otras batallas pero algo está cambiando, sobre todo en la percepción social...Para todas las estrellas encendidas es demasiado tarde, sí, pero hay esperanza. Un beso
ResponderEliminarNo sé si fue Freud o Scheler quien dijo que la vida del hombre era la lucha entre su razón (pensamiento racional) y las vísceras (instintos animales). Está claro que en este tipo de brutos, cobardes y dementes, hay muy poco de razón. No son mejores que las bestias. Ni siquiera se merecen la portada de la maravillosa Noche estrellada de Van Gogh. Saludos afectuosos.
ResponderEliminarTriste, verdaderamente triste la impotencia ante tanta crueldad. ángel
ResponderEliminarDa dolor pensar que lo que un día pudo ser amor se llegue a convertir en tanto odio capaz de terminar con la vida de una persona.
ResponderEliminarQue las estrellas dejen de iluminarse por las victimas y marquen un nuevo sendero a tantas mujeres que lo necesitan.
Un beso.
¿ Que pasa con esos hombres Francisco? Qué tienen en las venas ¿sangre o veneno? ¿que demonio travieso y maligno se está divirtiendo al introducirse en la mente de esos hombres, antes enamorados hasta el hueso y ahora desaforados, demenciales, convertidos en energúmenos?
ResponderEliminarQuzás el motivo del cambio sea el afán (lógico)
de superación de la mujer, lo que altera y enerva su machismo,latente, aunque encubierto con hipocresía durante todo el tiempo y ahora explota como todo lo que se retiene y contiene,
Contra propia voluntad.
Algo hay que hacer, pero...¿qué?
Ay Francisco, nos descompone, nos rompe, nos mata como sociedad humana... tu poema transmite exactamente el dolor de los cipreses de Van Gogh. Creo que la violencia y los asesinatos de mujeres en manos de hombres que dicen amarlas, responden al grado máximo de degradación del pensamiento machista. Una creencia tan arraigada como enferma que anula toda capacidad para manejar las emociones negativas, seres atrapados en la ira. Antes, a nadie le importaba y era parte del "Ser Mujer".
ResponderEliminarMi cariño para ti!
Gracias por tus bellas palabras y tu entendimiento.
ResponderEliminarEl hombre o persona que daña, nunca puede amar.
Un abrazo.