Querida y angelical Diana:
Dicen que los niños al nacer vienen con un pan bajo el brazo, seguramente el tuyo sea candeal o tal vez integral, con semillas de sésamo, ajonjolí, pasas y frutos secos, como esos tan apetitosos y crujientes que se meten por los ojos y tienen un aroma exquisito. ¿Sabes? Ha sido tu abuelo Paco quien me ha dado la noticia y no imaginas lo feliz que me ha hecho; y es que las alegrías de mis amigos son mis alegrías y sus quebrantos mis penas.
Eres demasiado pequeña para oír hablar de penas porque tú sólo eres, de momento, bendición y alegría; un júbilo desbordante que viene a poner el primer pilar fundamental en casa de tus padres. No conozco a tu mamá, pero si es como se merece tu papi será un ser extraordinario; tú vas a tener ocasión de descubrirlo muy en breve. Cada vez que los gases, los oídos, el inadecuado movimiento de tripas haga que te altere tu ritmo acompasado de vivir, ella perderá el sueño y lo convertirá en ojeras de desvelos por ti. Te cambiará de pañales tantas veces, tratando de que siempre estés sequita, que tomará una maestría increíble que tú percibirás como ejercicio circense. ¡Cómo son las mamis, Diana!
Me han dicho que eres monísima, por lo que sin haberte visto apostaría cualquier cosa diciendo que es verdad. ¿Sabes cómo se llama eso? Fe. Sí, fe es creer en lo que no se ha visto. Cierto día discutían un astronauta y un neurocirujano sobre la existencia de Dios. Dijo el astronauta: “Por muchas vueltas que he dado por los cielos nunca he visto ni tan siquiera a un ángel” A lo que el neurocirujano le respondió: he operado centenares de cerebros y nunca he visto ningún pensamiento”. Con esa misma fe del neurocirujano sé que eres bellísima, a pesar de que nunca te he visto, como también sé que eres el colmo de la felicidad para tus abuelos Pepa y Paco, amén de tus papás y el resto de la familia. Cuéntame entre los tuyos. Yo quiero hacerte mía y así te percibo.
Con todo mi amor.
Francisco Espada
Mi querido Francisco: He leído tu escrito y me ha emocionado porque ¡es un hecho tan bonito dar la bienvenida a un ángel! Yo no os conozco a ninguno pero deseo que Dios le dé todas sus bendiciones y a los que esteis a su alrededor, salud para ver como se cria.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Los niños dan tanta felicidad...
ResponderEliminarFelicidades a esos papás y a ti por tu escrito y por tus siempre tan bellos sentimientos.
Besos Francisco.
Como te puedes imaginar Paco, tu escrito me viene pintiparado en mi calidad de ser nuevamente abuelo. También te diré que has sido un poco injusto con los "papis". Estos días he visto a mi hijo cambiar los pañales mejor que mi nuera. Son otros tiempos. Yo por las justas me he atrevido a cogerlo en brazos en el último momento y porque no le voy a ver en unos meses. Saludos y enhorabuena a los padres y abuelos.
ResponderEliminarFelicidades para todos!
ResponderEliminarQué bonita carta le has escrito!
Ese Paco eres tú, verdad?
Y Pepita es tu mujer, no?
O sea, eres abuelo de nuevo, sí?
Creo entender...
Besos para el angelito!
;)
A mi tambien, como a Edurne, me da la impresión de que habeis sido abuelos de nuevo, es que todo me cuadra, Paco, Pepi,claro que lo que no me cuadra es que no conozcas a la mami de Diana.
ResponderEliminarMi bienvenida a ese angelito de nombre Diana, mis mejores deseos para ella, y desde aqui, le envio un cariñoso y calido abrazo, deseando que la vida le trate y le mime dandole toda clase de bendiciones.
A los papis y a los abuelos mi enhorabuena y un beso.
No sé si es un recurso literario o ese Paco del que hablas, al abuelo Paco, eres realmente tú. Si es así, dos apreciaciones:
ResponderEliminarMis felicitaciones a ti, porque no todos los días se tiene la suerte de tener una nieta y tan guapa.
Mis felicitaciones para ella, porque no todos los abuelos que conozco tienen la categoría humana y la sensibilidad del autor de este blog.
Un saludo.
Mis amigas Edurne y Nerim, apoyadas en un conocimiento más cercano, han sospechado que el ángel es un nuevo nieto mío. Sería ilógico, como dice Nerim, no conocer a mi nuera. No es así. Ayer me llamó mi amigo Paco, "El barberillo de Lavapiés", dando, entre otras, la noticia del nacimiento de una nueva nieta suya. ¿Verdad que un amigo bien merece decirle públicamente lo feliz que me hace su felicidad?
ResponderEliminarQue carta más linda, solo puede ser escrita por alguien que sabe bien lo que es ser abuelo.
ResponderEliminarSeguro que la ternura de esa bebé contagiará de alegría a todos los que la rodean.
No olvides darle esa carta a la niña, porque cuando sea mayor se pondrá muy contenta al leerla.
Un beso.
Enhorabuena por ese nacimiento, que parece que ha sucedido con todas las bendiciones. Bienvenida sea Diana a este mundo.
ResponderEliminarY qué buena respuesta la del neuricirujano!
Feliz dia, monsieur
Bisous
Buenos días Francisco:
ResponderEliminarHa hecho usted una entrada maravillosa, tierna y entrañable. Esa niña tiene que se muy bonita, porque cuando se mira con los ojos del amor, nada pierde belleza, al contrario más se deja ver.
Gracias por sus visitas, muy bien ha captado la idea de mi post,sí la vida comunitaria no es fácil, pero a pesar de ello, es hermosa. Hay que tener esos ojos que le digo.
Le dejo mi ternura
Sor.Cecilia
Siempre es motivo de alegría la llegada a una familia de un bebé.
ResponderEliminarDisfruta con tu amigo Paco de su alegría.
Un beso.
¡Qué hermosa carta has escrito! El acontecimiento no es para menos.
ResponderEliminarSaludos para ti y felicidades para tu amigo Paco.
Claro que tu amigo y tocayo Paco bien se merece que hagas publica su felicidad compartiendola con él como buenos amigos. Como tu mismo dices, la alegria de los amigos es nuestra alegría y sus quebrantos nuestras penas.
ResponderEliminarDe todas formas, haz participe de mis buenos deseos a la familia de tu amigo.
Un beso
Es precioso tu escrito, me alegro por la felicidad que transmiten tus palabras por un gran acontecimiento, el de la llegada de un ángel.
ResponderEliminarLos niños alegran la vida de las personas, son ángeles humanos.
Un beso.
Francisco , cuando esa niña sea capaz de leer lo que has escrito sobre ella se emocionará.
ResponderEliminarQue bonitas palabras .
Mi enhorabuena para esos padres y abuelos
Estupenda bienvenida a esa criaturita. Tu amigo estará feliz leyendo tu carta. Besos
ResponderEliminarPues enhorabuena a ese ángel tan delicado y a su afortunado abuelo Paco, afortunado, entre otras cosas, por tener un amigo como tú, Francisco, capaz de escribir cosas tan sencillas pero tan emocionantes. Un abrazo a todos.
ResponderEliminarCaray, has demostrado con tus palabras ser un buen amigo, como tiene que ser y ser poseedor de un noble corazón.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco y enhorabuena por tu texto, por tus amigos, por ser como eres y Diana.
Felicidades a la familia y amigos de la criatura recién llegada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Das una bienvenida a una niña, preciosa como todos los bebés y seguro que llena el alma y el corazón de los suyos.
ResponderEliminarQue tenga toda la suerte del mundo y el amor esté siempre con ella.
Besos
Me uno a tu alegría y a la de la pequeña, lleguen también mis bendiciones pues con tus palabras llenas de ternura a los que te seguimos. Un abrazo grandote y buena vida para la niña y los que la quieren.
ResponderEliminarBueno,amigo Paco, gracias por aclararnos el dilema en el que nos tenía lo de Paco y Pepi...
ResponderEliminarComo los demás, me uno de nuevo al coro de las felicitaciones, y me resrvo una para nosotros por tenerte a ti como amigo amigo.
Su Paco de usted, ha de sentirse también más que feliz y orgulloso de su amistad!
Un besote!
;)
Hola abuelito, faltaba yo para sumarme a tu felicidad. Andaba perdida recorriendo blogs porque no he estado. Ya me voy a dormir con los angelitos. Me quedan unos cuantos pero estoy K.O.
ResponderEliminarFelicidades de nuevo a los papis y a ti y a la niña que sin enterarse aún va a tener un abuelo olé.
Un beso