A sus muchos años aun estaba inédito, pero se tenía por un consagrado poeta; no contaba con ningún premio de prestigio, aunque sí con alguna flor natural en los juegos de primavera de la asociación de vecinos, las justas florales de su distrito y algún accésits de poca monta que daba testimonio de su participación concursal y de haber sido leído. Los aplausos de sus amigos le sonaban académicos y eso le bastaba. “No es poco –le había dicho su tía Engracia-, si fueras más conocidos el premio habría sido tuyo”. Sucedió que cierto día de mayo, un viernes 13, mientras en Fátima elevaban cánticos a la Virgen y en otras latitudes se santiguaban y hacían aspersiones para zafarse de los maleficios de la conjunción fatídica de esa fecha, una brisa malévola y desconocida arrancó la página de su diario y se perdieron sus versos por entre la hojarasca del otoño del hemisferio sur camino de ninguna parte.
El poeta lloraba la pérdida y volvía a mirar una y otra vez en su página Blogger, pero su desconsuelo no alcanzaba los efectos mágicos de devolver aquello que el viento había arrastrado sin destino conocido. En su amargura, quiso componer una dolida endecha. La rima asonante en versos de seis sílabas le resultaba pobre para su mucho dolor y desconsuelo; fue entonces cuando probó con estrofas de tres versos heptasílabos y un endecasílabo final formando asonancia con el segundo verso. Se cansó de medir sin provecho, se desesperó y tiró una y mil veces la hoja emborronada hasta dejar esquilmado el bloc. De nuevo miraba en el Blogger sin éxito y su abatimiento se hacía mayor.
Cuando comprobó que otros poetas de su vecindad habían renovado la actividad creadora y colgaban inspiradas creaciones en sus blogs, mientras él seguía soñando en la hoja arrancada por la brisa malévola y constataba la sequia artista como final de una etapa ininterrumpida que tal vez jamás se viera renovada, se encerró en lo oculto de sí mismo, dio dos vueltas a la llave de su escritorio y, bien provisto de pañuelos de papel, se dedicó a llorar con desespero, entendiendo que era todo lo que le quedaba que hacer y lo que le dictaba su corazón de poeta infecundo.
Viernes 13 fatídico. Son muchos los compañeros blogueros que han perdido sus entradas, sus comentarios. Otros parece que perdieron sus versos. Esta entrada puede ser una metáfora del desastre.
ResponderEliminarMuy gracioso el señor Blogger. Espero que las pérdidas de los amigos no sean irreparables.
Un saludo.
¡No están perdido! ¡No pueden estarlo! Busca, busca en Entradas y allí los encontrarás, compañero.
ResponderEliminarSaludos.
En mi caso de narradora humilde de hechos pasados y presentes, el viento se llevó una entrada y varios comentarios ya respondidos. Ayer miré, busqué y rebusqué con desespero sin encontrarla y decidí poner todo mi empeño con el fin de repetir las líneas perdidas. Media hora después la entrada desaparecida volvió a casa, mientras la otra entrada añadida se quejaba de ser meramente un plagio.
ResponderEliminarSaludos
Pues ya veo la magnitud de los estragos acaecidos!
ResponderEliminarA una, como sólo la leen sus amigos, y como es escribidora de andar por casa... no le ha supuesto demasiado mal rato. Si acaso la pérdida de un par de comentarios de buenos amigos, y el no poder acceder a las casas virtuales de mis convecinos...
Viernes y 13!
San Blogger nos hizo una jugarreta!
Muy bueno este texto, cargado de una dosis irónica de las suyas, caballero!
Un abrazote, amigo Paco!
;)
Ah, tengo que decirte que me emocionó sobremanera el homenaje a tu amigo Miguel!
A todos nos pasó algo similar, veo que tú lo aprovechas brillantemente para escribir un post.
ResponderEliminarUn beso Fco.
Tuve suerte de no estar activa esos dias y no perdí nada.
ResponderEliminarEres admirable, cualquier situación te sirve para sacarle partido y escribir sobre ella . Un abrazo
Espero, creo, siento, que no se trata de un "autorretrato" porque si a tí se te borra una entrada, tienes miles esperando su turno, en las puertas de bloger para reemlazarlas.
ResponderEliminarBueno y original el tema de hoy, muy digno de tu excelente humor de siempre.
Un cariñoso y amigo beso.
Juliana.
Hola Francisco yo en cambio me alegré en no haber perdido mis blogs, porque cuando intenté entrar no habia ninguno. Sentí mucho los comentarios perdidos que con tanto cariño me dedicáis. Pero así es blogger, como jugar a la ruleta rusa. Es gratis y menos mal que lo arreglaron para poder seguir compartiendo.
ResponderEliminarBlogger es gratis para todo el mundo y somos millones de bloggers en el mundo entero. Me alegra ver que casi todos los blogs han vuelto a su normalidad aparente, las entradas perdidas se restauran aunque los comentarios del dia 11 se han perdido.
ResponderEliminarMe ha encantado este post, es brillante, ¡felicidades Paco!,realmente excelente.
Un beso y un fuerte y calido abrazo
Todos lamentamos ese día que nos jugó una mala pasada, pero ahí queda nuestro entusiasmo y nuestra paciencia para seguir adelante.
ResponderEliminarBesos
A mí, hace unos días en mi blog apareció una entrada que yo no había puesto y se me fueron algunos comentarios.
ResponderEliminarSaludos
Yo he tenido la suerte de que mi último post ya llevaba días, pero tengo la sensación de que había algún comentario más que se ha perdido. Cuando a mí me desapareció una entrada fue bastante antes, el 1 de Mayo, y al volverla a subir me encontré con que tenía las dos, aunque una de ellas solo la veía yo dentro del blog y los que habían entrado procedentes de un léctor de feeds.
ResponderEliminarBogger ha tenido fallos técnicos, aún están con ello, porque algunos blogs han perdido artículos, otros como yo, hemos perdido comentarios, y también hemos estado sin poder entrar, pero tú has aprovechado para escribir elegantemente un artículo, la verdad es que hemos estado todos como un poco perdidos estos días, sin poder entrar en nuestros blogs.
ResponderEliminarMira te dejo el artículo del periódico EL PAIS, para que leas lo que ha pasado.
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/error/Google/deja/inutilizados/miles/blogs/durante/dias/elpeputec/20110513elpeputec_5/Tes
Mil gracias por las huellas tan bellísimas que has dejado en mi blog, es un placer leerte.
Un beso.
¡Sois geniales! En mi caso he perdido muchos de vuestros comentarios y mi entrada del viernes 13. Lo peor es que no tenía copia de ella porque había sido escrita directamente y programada para que fuera visible en el momento oportuno: ahora no aparece ni como borrador, ni tengo copia; pero no importa, un día de estos vuelvo sobre el tema de la amistad.
ResponderEliminar¡Un abrazo a todos, amigos!
Como volverá de algún modo lo cierto es que la imagen que nos presentas me ha complacido sobremanera. No habrá mal que por bien no venga. Un saludo.
ResponderEliminarFrancisco: El post que perdí ha aparecido en el 1 de Abril, cuando yo lo subí el 1 de Mayo, y allí está, con tu comentario incluido. Te lo digo para que repases tu blog por si estuviera el tuyo sepa Dios donde.
ResponderEliminarIba a suprimirlo para no tenerlo duplicado, pero voy a esperar hasta que lo veáis los que comentastéis en él.