Despertar a la vida
y darse de cara con el odio ajeno,
y descubrir la saña
que se atrinchera en las tripas
de algunos malvados,
en la zona de recreo…
Criaturas que aprendieron a odiar
en lugar de amar.
Abrir los ojos a la vida
y ver cómo el amor familiar
se trasviste en pánico,
y el patio en un infierno
imposible de calificar,
que ni siquiera mereció el purgatorio.
Si esto es la vida, Dios mío,
ayúdame a apearme,
a vivir sin vivir en mí.
ayúdame a entrar de nuevo
en el útero materno,
donde no hay calor ni frío,
tan solo ternura,
donde se emulsiona el amor,
la virtud y la gracia.
La especie humana es bipolar. Presenta su lado más fascinante, de la mano de buena gente que vino a este mundo a hacer el bien, y la más miserable y canalla, la de los psicópatas que, ya desde muy jóvenes, disfrutan haciendo el mal a los demás.
ResponderEliminarVoy a intentar regresar al mundo blogueril. A ver lo que duro.