29 septiembre 2022

LA INGRAVIDEZ



 

Para alguien que como

yo lleva plantillas ortopédicas,

y la marcha hace tiempo

que dejó de ser atlética,

la ingravidez es el foco de atención,

el milagro incomprensible

y la evanescencia

después de un deboulés

que sube a los cielos como algodones

o plumón de ave cuasi gaseoso.

 

Su cuerpo es de porcelana,

pero flexible como un junco;

sus piernas bien fornidas

guardan celosamente el secreto

de muchas horas de duro trabajo

con las que lograr tal elasticidad.

 

Pirouette, soutenu, piqué,

para rematar

con la fuerza de la pierna contraria

en un fouetté que sublima la contorsión

en humareda que asciende ingrávida,

como exenta, salvo de volumen.

No me canso de mirar y admirar

el ángulo obtuso de piernas y brazos,

la flexibilidad sobre natura

de todos sus miembros

y la elegante armonía y dulzura

de quien trabaja duro sin mostrar esfuerzo.

8 comentarios:

  1. A todos nos llega nuestro San Martín, aun recuerdo mis actividades deportivas, mis salidas a correr o mis caminatas por el campo, esta mañana me he levantado con una crisis de artrosis que vamos a ver si no tengo que retrasar varios días todo lo que tengo que hacer por tener que estar movilizado.

    Un abrazo.

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    1. Espero y te deseo que sea pasajero, Emilio.
      Un abrazo.

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    2. Pasajero es, el problema es que cada vez se acercan más.

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  2. Bellas imágenes plasmas en tus versos Francisco
    Un abrazo

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  3. Tus versos realzan la maravilla de estos bailarines de ballet.Saludos

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  4. Tiene ,todo lo que tiene que tener, juventud, agilidad y muchas horas de entrenamiento. Es maravilloso, verlas bailar.
    Besos.

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