Busco el silencio como
sistema curativo,
como antídoto de tanto
ruido infernal
que me desorienta y
trastorna.
En la distancia,
como al extremo de la
vida,
los pájaros y la brisa
armonía de la banda
sonora.
A las horas en punto,
también a las medias,
el reloj de la iglesia
poniendo el acento
viendo declinar el sol…
¿Qué importa la hora?
Mi flujo es esta cadencia
que se columpia entre dos
instantes:
tu búsqueda y tu
encuentro.
Muito bonito este poema. Gostei muito de ler
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Saudações cordiais.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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