Discutieron por mi causa
en terca porfía
la noche y el alba:
una me ofrecía placeres
ocultos,
la otra claridad de ideas
y luz en crecida.
No tuve dudas,
y desde entonces me
despierta el gallo
y me arrebujan las sombras
con el temor de lo
desconocido.
Mil razones canallas me
tientan cada día
para hacerme cambiar
el día por la noche,
la luz por la oscuridad,
la inocencia por lo
inconfesable
y truculento;
pero a estas alturas no
renuncio
a la luminosidad por los
placeres,
si es que acaso es más
placentero
un atracón de negras
tentaciones
que el alegre sorbo de luz
del parto del amanecer.
Elijo también la luz del día , no me gustan esas oscuras tentaciones de la noche.Saludos
ResponderEliminarEstamos dividivos entre unos y otros, Charo.
EliminarQue buen poema Francisco. Siento que todos somos habitados por una parte de luz y otra de oscuridad y responsables de la eleccion que hacemos cada dia en relacion a cual de ellas deseamos priorizar. Me ha encantado!!!Un abrazo grande y excelente fin de semana
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Eli.
EliminarUn abrazo.
O dia e a noite, ambos têm a sua beleza natural. Poema fascinante que muito gostei de ler
ResponderEliminar.
Um feliz fim de semana.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Muy agradecido.
EliminarAbrazos