Entre el aquí y el allá,
un suspiro muy callado,
un silencio sepulcral
que como un deshielo se va
demacrando…
Un abismo sin pulso,
una quietud profunda,
una sima definitiva,
un equilibrio inerte,
una vela que se apaga,
un estar que ya no está.
Sobran las penalidades,
fracasado todo afán;
los feudos lloran la
pérdida,
mientras reparten su ajuar:
cada uno para sí,
callados medrando están.
Un gorigori con agua
bendita,
un responso todo bondad
y el lagrimal se humedece…
Flores y cintas
que pronto se marchitarán.
¿Cremación o sepultura?
Nada y vacío. Punto final.
Punto final para el que se ha ido pero para los que nos quedamos sigue esa agonía del duelo, la nostalgia de tantas recuerdos vividos, la soledad... Saludos
ResponderEliminarEs muy cierto, Charo, un auténtico calvario.
EliminarAbrazos.
Siempre estarám presnete en nuestros corazones, los seres queridos que se nos fueron.
ResponderEliminarBesos.
Que así sea por siempre.
EliminarBesos.