Cuando cierras los ojos
se cierra sobre mí la
noche,
se sumerge la luz
como si el sol se cruzara
de brazos
y sucumbiera extraviado
y solo pensara en rendirse
incondicionalmente.
No se ve nada. Se han roto
los espejos
y han desfallecido los
reflejos,
solo la angustia persevera
suplantando lo imaginado
con estampas tenebrosas.
Despierta. El día ya es
alumbramiento
y no puedes negarlo, ni
negarte.
Despierta. Ábreme los
brazos
y cobíjame en el malecón
de tu regazo, al abrigo de
tu entrega,
donde solo tú eres tú
y mi vida toma sentido.
Por mucho que cerremos los ojos, la realidad que hay fuera, no desaparece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero si no soñamos será mucho más difícil acometer el día a día.
EliminarUn abrazo.
Que alegría en ese despertar bajo el cobijo de ese regazo.Saludos
ResponderEliminarSin la menor duda, Charo.
EliminarUn abrazo.
Poeticamente encantador de ler
ResponderEliminar.
Cumprimentos … uma semana feliz
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Hoy más tenemos que soñar, solo así podremos con la realidad externa.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Toda una declaración de amor, que conlleva luces y sombras, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre.