10 octubre 2018

HERIDA FUGAZ





¡Oh tú!, piedra preciosa, diosa viva
con latido inerte sobre lecho
de arena incólume,
como jade bajo los rayos del sol
acaparando el deslumbre brillante,
piel tostada con un toque de canela
cuyo sabor adivino y relamo
textura crujiente que palpo
con mimo en mi boca sedienta.

Quietud, estética estática,
ópalo sublime,
bañado por la brisa marina
y la salina resaca de la mar.

Paso a prudente distancia,
mas mi sombra se estira por rozarte
y sobrevuela virginal sobre ti,
como nube esponjosa, temblorosa
que ni hace por ser notada
ni augura amenaza inminente.

Éxtasis visual, hechizo pasajero,
herida fugaz…

8 comentarios:

  1. Cuerpos bellos tostados al sol, una tentación que embriaga los sentidos.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Y tú pasando por la playa y paseando tu sombra por encima de cuerpos ajenos.

      Un abrazo.

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  2. Esa sombra salió como el genio de la botella mágica.
    Besos.

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  3. Una sombra y suirada y todo se detiene.
    Un beso

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  4. Inspiradora esa sombra, que sobrevuela virginal, como nube esponjosa, temblorosa...El poeta se ha retratado, sin darse cuenta de que, el protagonista del poema es él, que absorbe la belleza y misterio de la diosa.
    Mi abrazo, Francisco.

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    1. Me encanta tu interpretación, María Jesús. Con frecuencia pienso en tu comentario cuando acabo de escribir un poema y antes de publicarlo.

      Un abrazo.

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