24 octubre 2018

CON LAS PRIMERAS LUCES DE LA AURORA




Con las primeras luces de la aurora
se descorre el visillo opaco
donde se refugiaban las estrellas
y de repente todo es indecisión,
cristal manchado como manto húmedo;
sobre la hierba, sobre las plantas,
sobre cada flor, un baño de perlas
traslúcidas de rocío, un riego virginal
y generoso como abrevadero y aseo
que la naturaleza regala a manos llenas.

Es como el beso húmedo de la luna
que pone tersura antes de los primeros rayos de sol,
en contraste con el día que quiere romper,
cuando la brisa agita los olivos
y pone una escala visual tornasolada de verde y blanco
que se mece a ritmo binario
anunciando el nuevo día; a lo lejos
serpentea en el camino las primeras siluetas
anunciando la llegada de los vareadores
y de inmediato, la agitación se acompasa
con la presencia de los olivareros.

2 comentarios:

  1. El amanecer y el verde de los olivos combinan bien, menos para los que han de madrugar forzosamente.
    Conocí una "Aurora", pero esta tenía menos luces.
    Un abrazo, Paco.

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    Respuestas
    1. Esta faena la conozco bien desde niño. Salíamos de noche de casa y amanecía ya en el tajo. Era una faena familiar en los momentos de vacaciones de Navidad...

      Un abrazo, Cayetano.

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