19 octubre 2018

AMO LA MÚSICA





Amo la música,
lo mismo el seco tambor rítmico
o las palmas a compás
de quien carece de instrumento;
también los labios que acarician las notas musicales
y sus silbidos son besos al aire.

En mis oídos, aquella orquestina
─saxo, clarinete, trompeta y batería─
que revestía al pueblo de festivo
a ritmo de pasodobles
y dejaban un halo de nostalgia tras de sí,
como vida arrancada
de su estado más apacible.

En la radio, como cantinela repetitiva,
la sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák
y alternancias de Granados
y Albéniz en los jardines de España.
No recuerdo a Bach en aquellos espacios publicitarios,
tampoco la simpar locura creativa
y variada de Mozart,
salvo Eine kleine Nachtmusik.

En las tabernas, Caracol y Marchena;
siempre una dicotomía esta España nuestra:
lo uno y lo otro sin sumar el todo,
sino la exclusión de la parte por ambición del todo.

8 comentarios:

  1. La música alimenta el alma y eleva el espíritu...Es bueno tenerla siempre cerca, recrearnos en ella y llenar la mente de ideas positivas, que nos impulsen a ver lo bueno de la vida y a vivir con ilusión.
    Mi abrazo y feliz fin de semana, Francisco.

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    1. Esta es mi historia personal con la música: el salón de baile de mi abuela Isabel, el flamenco de las tabernas y la música clásica en las emisoras de radio.

      Un abrazo.

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  2. Desde pequeña, ya escuchaba música. Yo también la amo y soy una gran melómana.

    Besos

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  3. Yo también amo la música y a un músico.
    Besos

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    1. Esa personalización te delata, Arantza. ¿Quizás tu hijo?

      Besos musicales.

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  4. Respuestas
    1. Lo celebro, Arantza, la música y la pintura son las más bellas artes.

      Un abrazo.

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