25 octubre 2018

ALUMBRA EL NUEVO DÍA




Por el prado, las primeras luces del día
y en la nebulosa de mis pensamientos
su imagen virginal y la ensoñación
de su cuerpo iluminado que el candor ignora.

Se acentúa la luz y confirma
la plenitud radial por el horizonte;
ahora ya es visible el regato,
cuyo cántico se hace más perceptible;
una bandada de pájaros se ejercitan
en vuelos rasantes y un pequeño ejército
de bocas ponzoñosas se abrigan en el avispero.

De manera anónima, se pierden las criaturas
de la noche y despiertan a la vida los que dormían;
de las madrigueras renacen bostezos de hambre
y un nuevo asecho sucede
al de los serenos vigilantes de lo dormido.

Toma vida el color y la hierba húmeda
comparte acomodo con un arrebato de color,
antes desapercibido que ilumina la floresta.

Alumbra el nuevo día y se hace visible la vida
como si antes durmiera a la luz de la luna.

3 comentarios:

  1. Aquí todavía no amaneció. Un azul tímidamente cárdeno apunta al fondo de la ventana. Dada la situación en la que se encuentra Sevilla es también del todo imposible que este poema sea una descripción del momento actual. Para el poeta, el amanecer es un deseo que se hará realidad según avancen las horas.
    Un abrazo, Paco.

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    1. El poeta puede ser que escriba en tiempo real, que tampoco, pero lo que no suele suceder es que publique en tiempo real. Es más, de lo que trata es de subvertir lo real y crear una realidad paralela. ¿Te imaginas tener que hablar del filibusterismo parlamentario? No. La Naturaleza ofrece panorámicas mucho más atractivas, querido amigo Cayetano.

      Un abrazo.

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  2. Qué descripción maravillosa. El ojo del poeta es como el del pintor, solo que escribe en vez de pintar lo que ve y siente en el amanecer. Precioso. Beso

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