Está lloviendo dénsamente plúmbeo
sobre mi seso:
pronto me habrá florecido la barba
íntegramente,
-ya huelen los líquenes-
aroma insípido
de esta mañana de diciembre
gris-lágrima.
Fuera,
al otro lado de la ventana,
todo es apócrifo:
falsa la humedad,
falsa la descontaminación causada por la lluvia,
falsa la lluvia,
falsa la raíz,
falsa la fraternidad,
falsa la hoja,
falsa mi tiniebla:
musgo.
Mis felicitaciones por el poema Francisco.
ResponderEliminarAy el musgo, qué recuerdos me trae de mi más tierna infancia cuando lo recogíamos para el Nacimiento del colegio.
Me ha gustado mucho el poema.
Un abrazo.
De verdad que es oportuno el asunto del musgo con tanta humedad. Que no falte el toque de un poco de humor, aunque sea algo ácido. Beso
ResponderEliminar¿Animo Francisco! Tu musgo de hoy tiene un suil amago de "Bajoneo" melancólico, no muy frecunte en tí. Si lo necesitas, hecha una miradita a mi post de "Placer de leer " donde dejo atrás la mochila de las penurias y sigue el ejemplo. ¡ por favor!, no dejes de ser tú.
ResponderEliminarCon afecto.
Juliana
Ah, pero qué hermoso poema melancolico, tan acorde con las impresiones del otoño. Creo que he descubierto a un poeta, monsieur. Ya me ha sucedido algo bonito hoy.
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Tu poema me ha traído recuerdos de mi juventud. Pasé 5 años estudiando en el norte de Navarra, en la zona de la Sierra de Urbasa, y allí el musgo esta presente durante todo el año. Su textura, verdor, frescura, olor... es algo difícil de olvidar.
ResponderEliminarEsta vez Francisco además de nostálgico te encuentro melancólico. ¡¡Arriba ese ánimo!!
Un abrazo
Hola Francisco la mente y la imaginación son libres de volar, soñar e interpretar.
ResponderEliminarNo me gusta la humedad y el musgo en las postales o como dicen algunos en el nacimiento o en los cauces del río.
No todo es falso, ni verdadero depende a veces del cristal con que se mira.
Y los poetas a veces miran con nostalgia
Un beso y buen finde
Tiritas pa' este corazón partíoooo...
ResponderEliminarNada de musgo eso déjalo para mi pesebre.
Muy triste, más bello, un abracito lleno de ánimo amigo!