16 diciembre 2010

ESCALADA


Todo comenzó con unas carreras en la madrugada del Jueves Santo; pareciera algo inocente, pero cuando en una multitud se provoca una estampida, cuando unos pocos se ponen de acuerdo para iniciar una atropellada carrera con pretensiones de sembrar el pánico, cuando la masa humana que asiste al cortejo procesional en la madrugada ve cada vez más gente corriendo despavorida, todo el mundo sucumbe ante el espanto y corre también sin sentido tratando de ponerse a salvo de no sabe qué, ni de su origen, ni sus consecuencias; sólo le asalta la idea de un atentado terrorista y su meta se centra en escapar de la aglomeración lo antes posible.

Después vinieron las pintadas insultantes en las fachadas de algunas iglesias, la explosión de globos rellenos de pintura contra unos pocos retablos; el ataque directísimo al Señor del Gran Poder, al que un demente le arrancó un de sus brazo…   Posiblemente estamos viviendo la etapa de la vida en la que más pronunciamientos se han hecho a favor de la tolerancia, de la igualdad, del respeto al diferente, de la integración; pero también es cierto que nadie respeta a nadie, sino que cada quién pretende imponer su manera de organizar la vida al resto. Creo que tienen razón aquellos que abogan por la libertad religiosa, pero eso no significa la abolición de los credos, sino el respeto a que cada uno pueda dar culto a aquello que le dicte su fe. Lo más novedoso de esta más que posible escalada es la amenaza de los intransigentes  –afortunadamente unos pocos- que intimidan con regresar al oscuro pasado: ¡Arderéis como en el 36!

4 comentarios:

  1. Brillante post Francisco.
    En nombre de la libertad se tolera cualquier credo foráneo y se criminaliza el propio, el que mamamos desde niños, en el que encontramos nuestras raíces.
    Es la libertad mal entendida por los que siempre se han creído sus adalides y a la mínima demuestran ser más intolerantes y totalitarios que los que ellos critican.

    Besos.

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  2. Qué barbaro, monsieur. Y luego decimos de los talibanes con los budas. O de los medievales inquisidores quemando lo que no les gustaba.
    El espiritu de Torquemada sigue ahí, se vista del color que se vista.

    Feliz dia

    Bisous

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  3. Libertad y respeto. Difícil conseguir ambas cosas con tranquilidad de por medio.

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  4. Felices Fiestas
    Tengo el ordenador estropeado y me he pasado a casa de una amiga para poder darte las gracias por tu felicitación en mi blog. Pasadas las fiestas me pondré al día.
    Un beso

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