¡Ha parido aquí, en Sevilla; se trata de un niño muy hermoso! Sus padres llegaron convocados por el edicto para empadronarse, hicieron cola, al igual que todos a las puertas del Distrito, pero sólo entregaron 50 números a los primeros de la larga cola. Hacía frío y llovía; pero por las apariencias físicas de José y María podrían ser rumanos o vaya usted a saber de dónde, así que no consiguieron alojamiento; el Albergue Municipal estaba, como siempre, abarrotado y se refugiaron entre cartones y ramas a orillas del río.
El niño se llama Jesús y es muy lindo; brilla como si la luz fuera su esencia misma. Seguro que este niño va a ser alguien importante, trascendente, pero ha nacido en la más simple humildad. Sus vecinos de refugio, los Sin Techo que habitan las sombras oscuras y vergonzantes del Guadalquivir, a punto de desbordarse e inundarlo todo, han sido los únicos en reconocerle, adorarle y animarle con este villancico:
Gloria a Dios en el cielo,
y en Sevilla y en el mundo entero
paz a los hombres de buena voluntad.
¡FELIZ NAVIDAD!
QUE BELLISIMO POEMA NOS APORTAS, UN BESIN MUY GRANDE DE ESTA ASTURIANA EN ESTE DÍA TAN ESPECIAL CON TODO MI CARIÑO.
ResponderEliminarLa mejor historia de nuestros días se repite. Felicidades a todos y a Jesús en particular.
ResponderEliminarHola, Francisco, he llegado hasta aquí desde un blog que ambos visitamos. He visto tu blog y me gusta cómo escribes: no lo perderé de vista. Te dejo el nombre del mío: tijerasdepapel, por si quieres echarle un vistazo.
ResponderEliminarSalud, paz, amor, trabajo para todos
¡Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo!
Saludos
Conmovedor!
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD, amigo!
;)
Madre mía,¡cómo ha cambiado el cuento¡
ResponderEliminarNormalmente, las personas más importantes han nacido en un entorno humilde, como le pasó a Jesús.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Ese niño humilde nace, a diario, entre cartones en cualquier rincón del mundo.
ResponderEliminarFeliz Navidad