Quisiera imaginar al Congreso de Diputados
exento de exabruptos.
No hablo de acuerdos generalizados
y mucho menos de unanimidades
que no reflejen el sentir de las bases,
hablo de respeto y de veracidad.
Digo que me gustaría imaginar entre ustedes
la corrección que se nos ha esfumado,
posiblemente por el alcantarillado de las disputas,
como flecos de unos modales del lodazal
que hoy son meros confetis y serpentinas
de bulos, patrañas y mentiras
echados a la basura del día a día
con pasmosa naturalidad.
Acabado el recuento, lo único que cuenta
no es lo que cada uno pueda aportar
para el bien común o el sentir de sus electores,
sino que, aupados en la mentira y el insulto,
descalifican al adversario sin importar los métodos.
No. No es un servicio. Es una servidumbre
por la que escalar pisoteando al otro
cueste lo que cueste.
Así no, señorías,
la murmuración, la calumnia y la mentira,
nunca serán las armas de una dama o un caballero
que represente y de ejemplo al pueblo.

ME imagino que un mundo lleno de gente honesta, de cuyas bocas solo salen verdades debe ser un sitio doloroso, estoy convencido que las mentiras blancas a veces son necesarias, pero estamos sumergidos en un mundo donde la falsedad esta en todas partes, que es muy difícil distinguirla, hace unos días escuche a una compañera de trabajo mencionar que la naturaleza es sabia y que nos da "indicios" que hay una seta en forma de riñón y que es muy buena para los malos renales y otra que tiene forma de cerebro es muy buena para la mente, no lo podia creer, luego me acorde que hoy en día hay gente que cree que la tierra es plana...
ResponderEliminarA mis muchos años no puedo pensar ni esperar pulcritud inocente en todos los cargos públicos, pero de eso a que todos estén enfrascados en el insulto, las descalificaciones y la mentira... La verdad es que no me gusta nada este derrotero que ha tomado quienes tendrían que dar ejemplo de respeto, honestidad y culto a la verdad.
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