28 octubre 2025

RÍO ARRIBA

 




Vadeando el río en sentido inverso

del discurrir del agua.

Una formación de juncos

montando guardia a ambas orillas

y adelfas de llamativos colores

iluminando el paisaje.

Una sutil mariposa,

la levedad de lunares y colores,

se posa sobre una rama

maliciando de la rana

que toma el sol sobre una laja.

Cuando mi mirada pasó a ser sospecha,

brincó y desapareció en la corriente.

Un indefinido número

de ágiles pececillos se deslizaban

como niños en la nieve o el barro;

en el remanso de una charca,

a escasa distancia, una cascada

como barítono que se desgañita,

un salto en caída libre

con música orquestal

y agitación de burbujas en caída libre,

aspas inexistentes

que giran en la imaginación

la mole de piedra que muele el grano.

Arriba, junto al precipitado,

un almendro, un cielo de flores blancas

y entre sus ramas un nido abandonado:

un paisaje idílico

en la memoria de la juventud.

2 comentarios:

  1. Tal vez la naturaleza guarde los ecos del pasado, uniendo memoria y vida.
    SAludos.

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    1. Es muy posible que así sea, en especial si lo imaginas y soplas en esa dirección.
      Un abrazo.

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