La ventana abierta,
una mirada al mundo,
un asomarse al exterior
para beber el trago amargo
de su savia
y el dulce frescor del aire etiquetado.
Cárcel sin rejas, sin sentencias
o con el arresto programado,
prescrito o no,
aconsejable o desaconsejado,
aliviadero de los suspiros
que van al aire
y del aire vuelven con eco renovado.
Luces estridentes, simulacros engañosos
que traen ecos falsos vestidos de limpio,
una pantomima, paralelismo viciado
que embauca con su puesta en escena.
Por la ventana, las luces y las sombras,
lo que acontece y lo que se cuenta:
revoltijo engañoso de luces y sombras
con guion sutilmente predeterminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario