Un largo día, tesela a tesela,
tomó vida y parecía anidar
un futuro indefinido y extenso;
mas se cubrió del lodo del descuido,
de humo, de silencio, de desprecio
y quedó sepultado su brillo y su ser
sin haber conocido la muerte.
Pasaron los años, los lustros,
la banalidad de generaciones sin fin,
pasaron los siglos,
y quien buscaba aventura
encontró un tesoro de otro tiempo,
de otra realidad que dormitaba
en el injusto sueño del olvido,
para renacer,
-tras unos mimos de acicalamiento-
a este presente que le hace justicia.
Qué gran suerte, encontrar el tesoro de otro tiempo, para renacer. *Tesela, muy linda palabra, ¡gracias!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Sara, por tu fidelidad de cada día.
EliminarUn abrazo.
Es un ejemplo de que nada hecho con amor y entrega queda en el olvido, Francisco. Tarde o temprano las grandes obras salen a la luz y son valoradas...Hermosas teselas que nos traen un ejemplo de arte y esperanza en la vida.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz fin de semana, amigo poeta.
Es maravilloso que el pasado pueda renacer de las manos expertas que nos lo devuelvan sin dañarlo.
EliminarGracias, María Jesús por tu cercanía. Un abrazo.
Un día largo, tesela a tesela, unas manos curtidas, sabias y anónimas dejaban su impronta por los siglos de los siglos, sin otra pretensión que la de ajustarse a lo requerido. Justicia poética. Y bellísimo quedó.
ResponderEliminar🌹
Muchísimas gracias, Merche. Te lo agradezco en el corazón.
EliminarUn abrazo.
Una belleza
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Pieza a pieza las obras de arte muchas veces resurgen del olvido y qué bueno que eso suceda es una manera de lograr la inmortalidad del artista, tu poema es hermoso y le hace justicia a esa bella obra.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Ha sido noticia hace unos días de este hallazgo, Patricia. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.