Fotografía de Antonio Jesús Rueda Pérez |
Los movíamos en el
mismo paisaje
y sincronizados en
el tiempo.
El mar era nuestra
compañía
y la banda sonora
de
nuestras vidas en
desencuentro.
Habíamos dejado de
discutir,
pero nos seguíamos
con la mirada
como se vigila el
rescoldo
para que no prenda
de nuevo la llama.
Yo por el rebalaje;
tú por el maderamen,
por esa pasarela de
creación reciente
donde ni la arena
es testigo de los pasos dados;
a pesar del
murmullo del mar,
podía oír los
gemidos de tus pisadas menudas
poniendo distancia
entre ambos;
yo caminando entre
la arena y la espuma,
observando los pequeños
reflujos
y esperanzado en
que como el agua del mar
volvieras a jugar a
ese vaivén conmigo.
Caía la tarde. El
sol poniente ya era caricia,
rigor cesante que
anunciaba el ocaso;
te seguía con la
mirada, pero tu caminar decidido
resultó poco
esperanzador:
ni una mirada de
soslayo, ningún gesto
hasta desaparecer
sin un asomo de confluencia.
Hay también gente que vive bajo el mismo techo y un muro de incomunicación les separa: líneas paralelas.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Hasta tomados de la mano los caminos pueden ser paralelos y no convergentes, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Así es el amor... los opuestos destinados a un continuo encuentro y desencuentro, como las olas que a la vez vienen y se van... Y mientras aprendemos tanto... Creo que la pareja es la escuela definitiva de la vida. Ahí nada puede esconderse; todo sale; te pules, te conoces y conoces la medida de tu propia generosidad y tantas tantas cosas más...
ResponderEliminarMe haces meditar con tus palabras...
"El sol poniente ya era caricia,
rigor cesante que anunciaba el ocaso;"
Y aquí un ejemplo más de la gran originalidad de tu mirada descriptiva, que hace diferente y novedosa tu poesía.
Feliz día
Vivir es aprender, Maite. La escuela de la vida no cierra ni por festivos ni por vacaciones, tampoco existen licenciaturas o grados, sino escalones de aprendizaje hasta el último día. Muchísimas gracias por el subrayado y por esas palabras tuyas tan afectivas.
EliminarUn fuerte abrazo.
La vida es como dos líneas, unas veces van paralelas, otras son convergentes y otras divergentes, y así hasta el infinito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así somos, Emilio, líneas en el espacio.
EliminarUn abrazo.
Los caminos paralelos, es lo que tienen: nunca llegan a juntarse.
ResponderEliminarPena grande.
Pues sí, Tracy, un viaje a ninguna parte.
EliminarUn abrazo.
Esos paseos por la arena del mar me han traído muchos recuerdos y unas ganas tremendas de volver a caminar por la playa escuchando el ruído de las olas al llegar a la orilla.Bonito poema donde no ha faltado el amor.Saludos
ResponderEliminarMucha.
EliminarUn abrazo.s gracias, Charo. Me alegra haber evocado en ti tan gratos recuerdos
.Os caminhos da vida, embora em linhas paralelas, nem sempre são fáceis de seguir. Curvas e desvios, são muitas vezes obstáculos das ditas linhas paralelas.
ResponderEliminar.
Saudação amiga
Cuide-se
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Así son esos caminos, Rykardo, sin punto de encuentro.
EliminarAbraço
ufff aquellas líneas paralelas que jamás se cruzan pero siguen juntas...
ResponderEliminarBuscando indefinidamente ese encuentro imposible, Carlos.
EliminarUn abrazo
Caminos paralelos y que nos lleva a una misma dirección. Si nos detenemos a descansar y a dialogar, se vería que hay muchas en común.
ResponderEliminarBesos
Pero cuando se rehusa el encuentro hay muy poco que hacer, salvo observar el panorama común.
EliminarBesos.
Asi son los caminos de la vida, del amor..... Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarAsí lo son con demasiada frecuencia, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Francisco, me ha parecido un poema muy paisajístico y de una belleza tremenda. Amor, distancia, tarde de paseo, se pone el sol y también la distancia de la otra persona. A veces esperamos cosas que no nos son dadas.
ResponderEliminarAbrazos
Un poema profundo que da para mucho. Ahí está la difícil convivencia, a golpes de sol y viento...Vamos aprendiendo a limar errores, a empatizar, a entendernos. Y todo depende de la humildad por ambas partes, gracias a ello se perdona, se comprende y se empieza de nuevo cada día...
ResponderEliminarMi felicitación por tus buenos temas y versos.
Mi abrazo y mi ánimo, amigo.
Sentimientos, dolor, nostalgia, todo en este poema con un fondo tan real como poético. Beso
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