Sobre el campo de trigo,
lo baladí, lo inapreciable,
manchas de color púrpura
como incendio sin llamas,
como fogata de los sentidos
que oculta lo fundamental
y eleva a primer plano lo
superfluo.
En medio del cereal,
de la esperanza de pan en
los días futuros,
una floración improductiva,
un alarde cromático
que no ha de llenar el
granero
y sí lo más vanidoso del
sentido de la vista.
Mas no solo de pan vive el
hombre,
pues saciada el hambre,
también ha de alimentar
las percepciones sensitivas,
nutrir sus sensibilidades
y extasiarse con la belleza
estética;
de algún modo, las amapolas
son como adjetivos en medio
de la mies.
Nada más acertado para el campo que hacer uso de esas pinceladas superfluas que añaden color, como los adjetivos impregnan de tonalidades al sustantivo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Te aseguro que la estampa más esperada del campesino es el oleaje verde de las espigas, pero para el caminante, una mancha de amapolas no deja de ser un regalo para la vista.
EliminarUn abrazo.
Desde hace un año esas sensaciones sensitivas no existen, el arte, la cultura está desaparecida y aun no se sabe hasta cuando, para algunos eso es bueno, cuanto menos se piense y se reflexione es mejor, a veces llego a pensar si este apagado cultural es intencionado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad que vivimos un tiempo diferente, pero lo que cada uno de nosotros atesora nadie nos lo puede arrebatar, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Si hay algo que me fascina es un campo lleno de amapolas que es mi flor preferida. Buen poema Francisco me ha gustado mucho.Saludos
ResponderEliminarMe gusta que no es flor cultivada, que sale y pervive furtiva y que le añade color a la monotonía.
EliminarUn abrazo.
Poema lindíssimo. Foto fascinante. A conjugação poética perfeita.
ResponderEliminar.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Um domingo feliz
Abraço.
Muchas gracias, Rykardo. Eres muy amable-
EliminarAbraço.
Hermoso, me recuerda a los días de campo con mis padres.
ResponderEliminarEl aire, los perfumes, mis gatos, el silencio...
Belleza.
Un abrazo
A veces no damos importancia a las cosas sencillas o nos fijamos más en el precio que en el valor de las emociones. Gracias, Luján, por venir hasta aquí y acompañarme.
EliminarUn abrazo.
Esos colores rojos, son maravillosos y alegran los campos.
ResponderEliminarBesos
Por eso los llamo adjetivos, porque colorean lo monótono, Antonia.
EliminarBesos.
Ya sabes y si no lo sabes te lo digo yo: es mi flor preferida.
ResponderEliminarUn beso
¡Oh, qué acierto! Te felicito por tu gusto encendido.
EliminarUn beso.
Son muy lindas las amapolas, asi como tu poema. Saludos amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Gran reflexión, siempre fascina a los sentidos el rojo y su significado. Ví una foto igual pero con los "panaderos" como les decimos aquí a la semilla del Diente de León. Etéreo y maravilloso todos los "plumerillos" blancos. Hermoso tu poema. Abrazo
ResponderEliminarEsos adjetivos son "guiños divinos" que alegran al labrador y al caminante cuando está cansado. El alma se refresca y renueva, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo esperanzado.