Bajo la luz
todas las cosas
proyectan su sombra,
lo que afirma y lo
que ofrece dudas,
lo uno y lo
diverso.
Somos un mar de
confusión
alejados de la luz,
pero bajo la
luminaria
todos somos lo
cierto
y también las
dudas,
los ensueños y las
pesadillas.
He llegado al convencimiento
que lo que más
admiro son las cosas sencillas,
porque en la
simplicidad
está la levadura de
todo lo complejo,
lo indivisible,
lo común a todas
las formaciones complejas.
La vida, animal,
mineral o vegetal
es un sumatorio hacia
las complejidades,
que se explican por
sí mismas:
el soplo de vida,
la piedra angular de
lo sofisticado.
Estamos cerrando círculos, cuando bajamos de los árboles teníamos miedo a nuestra sombra, hoy también.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que el hombre y también todo animal vivo tiene siempre algo que temer. Y es que sin la vida no somos nada.
EliminarUn abrazo.
Lo mejor de la vida está en las cosas sencillas.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Cada día estoy más convencido de ello, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Todos tenemos luces ty sombras, por eso hay que avivar la luz, para quitar en la medida de lo posible , las sombras.
ResponderEliminarVivir en la mayor luz, esa debe ser la aspiración, Tracy.
EliminarUn abrazo
Bajo la luz hay sombras que causan miedo..... Saludos amigo Francisco,.
ResponderEliminarLa luz nos ayuda a escapar de los miedos, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Las cosas más sencillas son las que dan más felicidad algo que no han averiguado todas esas personas que nunca se sacian de tener y tener y no logran ser felices.Saludos
ResponderEliminar