despertado de la adolescencia. Sus cabellos
aún sentían nostalgia de la trenza seccionada
y la carnosidad de sus labios
carmesíes invitaban al banquete.
El vestido blanco del sacramento fijó nuestras
dos mitades y, desde entonces, somos
cantos rodados en el flujo remansado
de los días. La muñeca gestó en su vientre
dos cosechas prodigiosas, extraordinarias,
de calidad suprema; luego vino un largo barbecho...
Hace ocho años y tres décadas
que nos hicimos una carne, y el abandono
del uno en el otro nos llevó a la unicidad:
ahora nos deleitamos acogiendo y mimando
la carne jovial de nuestra carne.
me has emocionado querido amigo, esta asturiana te manda un besin muy grande y desea con todo su corazón que la felicidad siga anidando en vuestro corazón que con el paso del tiempo se volvió uno.
ResponderEliminarQue hermoso es ver a dos personas que una vez se dieron la mano, y han seguido caminando el uno junto al otro acompañados de la esperanza, la ilusión, y el amor que los unió justo en ese momento mágico de la vida.Felilcidades Paco y todo mi cariño para los dos.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Emocinante, sentido, auténtico y sincero poema.
ResponderEliminarQue esta situación os dure siempre. Felicidades a los dos.
Un abrazo
Te deseo de corazón que esa unidad dure mucho, mucho, me atrevería a decir que no sabéis en su justa medida lo que tenéis, es un gran tesoro llegar a mayores y a viejecitos de la mano, es lo que todos hubiéramos querido pero no a todos les es concedido, la muerte decide por nosotros y nos priva de ese gran privilegio, disfrutad de ese amor, enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
Palabras sensibles y plenas de cariño, Francisco. Siento lo mismo por otra persona, aunque no he tenido la oportunidad de madurar a dos criaturas en mi vientre. Espero que llegue el día... nos sé cuándo.
ResponderEliminarBesos
Qué preciosidad Francisco. Qué hermosa manera de contar.
ResponderEliminarY qué cara de pillín se te ve en la foto, jajaja...
Os deseo que sigáis viviendo en armonía en esa unicidad.
Un abrazo.
¡Que boniotfrancisco! Lo que cuentas, como lo cuentas y todo. Has conseguido emocionarme, sobre todo al ler "la carne jovial de nuestra carne", que es lo que a nosotros nos falta.
ResponderEliminarUn abrazo
Casi envidia me has provocado con tus palabras que reflejan sentimientos profundos y lo que se puede llamar felicidad sin tapujos. Que os dure siempre.
ResponderEliminarPreciosa carta de amor. Decirte que tenias cara de chico bueno. Es hermoso poder contar lo que has narrado, una vida entera con la misma:)
ResponderEliminarUn beso y que vuestra felicidad sea duradera.
Tienes una excelente forma de contar las cosas. Palabras sencillas llenas de contenido. Que suerte que uno de los protagonistas de tan bella historia de amor seas tu mismo.
ResponderEliminarUn beso para los dos.
Enhorabuena Paco. Tú siempre contando las cosas como nadie. Yo también estoy en el camino de los 39 y no me importaría nada otros tantos.
ResponderEliminar(Por fin encontré la punta del hilo que me llevó a su blog... :)
ResponderEliminarLo felicito por haber encontrado su pareja. Hay algunos en la vida que no la encuentran o se unen a la equivocada.
Su fiel seguidora en poemarios.
Angélica