He repasado el cuaderno de mis días,
con sus borrones y su letra picuda
y a veces achatada,
sus tachaduras y sus ortografía calamitosa.
Y me doy cuenta
que son los tropiezos los que me marcaron
la deriva y corrigieron el rumbo.
No. No voy a renunciar a nada,
porque me sé frágil barro
que yo mismo fui modelando con las manos
de mis circunstancias
y el azar o la elección de mis decisiones.
Soy suma de aciertos y fracasos,
de pasos en el camino y de tropiezos que me sacaron de él
y me recondujeron a la senda :
de aquellos no desisto; a éstos les debo
ser quien soy. No. No renuncio,
me ratifico en la rectificación constante.
Tienes razón, somos la suma de todos nuestas victorias y fracasos.
ResponderEliminarPero a veces...duelen tanto los tropiezos, nos hacen sangrar los pies.
Me encantó tu foto.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Muy bien!
ResponderEliminarEso es lo que somos, y nuestros pasados son los que nos han traído hasta nuestros presentes, que, a su vez, nos conducirán hacia nuestros futuros... inciertos, la mayoría de las veces!
Un abrazo!
;)
Efectivamente, nuestros errores y nuestros aciertos nos han traido hasta aquí y nos llevaran al futuro.
ResponderEliminarMe gusta lo escrito y la foto. Un abrazo
Hola Francisco todos somos la suma y el resultado de los que hicieron este camino antes que nosotros. Pero las sendas se pueden hacer más sinuosas o más rectas, nosotros los de a pie hoy también tenemos que dejar nuestra huella.
ResponderEliminarInspiradores versos para degustar un sábado.
Un beso y feliz finde
Un magnifico balance. Cuantas veces aquello que nos pareció un error acabó por conducirnos a una bendita senda. De grandes males pueden nacer grandes bienes.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
Al fin y al cabo todos somos una suma de errores rectificados y algún que otro acierto, como has dicho en tu estupendo poema.
ResponderEliminarUn beso Francisco.
No hay que renunciar a nada. Nos vamos haciendo según caminamos. Ya lo dijo don Antonio: "caminante, no hay camino. Se hace camino al andar."
ResponderEliminarUn saludo.
Somos lo que somos desde que nacemos hasta que nos morimos.Y asi vamos escribiendo nuestra historia, como fue, como es y como será.
ResponderEliminarPrecioso escrito como todos los tuyos.
Un fuerte y calido abrazo
...Y además me gusta equivocarme, porque la vida es la mejor escuela que uno pueda tener.
ResponderEliminarBesos
Somos el producto de nuestro pasado, con sus aciertos y sus errores. Lo peor de los errores es no reconocerlos como tales y, por lo tanto, pensamos que no hay necesidad de rectificarlos.
ResponderEliminarBuena reflexión la que hoy nos traes.
Un saludo
Dicen que rectificar es de sabios.
ResponderEliminarTropiezos que nos sacan del camino, para introducirnos en la senda. Qué hermosa reflexión, sobre lo útiles que pueden llegar a ser los errores.
Un abrazo.
Buen resumen de lo que es la vida, sin mas vueltas, equivocarse y aprender y rectificar y sufrir. Si uno se paraliza o empecina en un agujero negro no hay futuro. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarQue bien describes lo que es el caminar por la vida. Lástima que muchas veces no nos damos cuenta de que nuestros fracasos son también la base para futuros triunfos.
ResponderEliminarGracias por compartir experiencia.
Como la vida misma. Nuestro camino está lleno de guijarros y de flores. La vida de éxitos y fracasos. Lo importante es seguir sin volver la vista atrás.
ResponderEliminarBesos
Creo que sois poco exigente o que me queréis más de lo que sospechaba. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarQué buenas las últimas entradas con poemas. Como llevamos poco tiempo por aquí desconocíamos esta faceta tuya.
ResponderEliminarAl leerte me venía a la cabeza la música de non, rien de rien.
Saludos, compañero.
No importa tropezar y caer numerosas veces, es condición humana, lo importante es levantarse cada vez con nuevos bríos, aunque sea para tropezar de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo.