Era el año 1996, -ha llovido mucho desde entonces- cuando la Cumbre Mundial sobre Alimentación se propuso reducir a la mitad el hambre en el mundo; hoy, 15 años después, son muchas más las personas con hambre que entonces. ¿Tal vez por falta de alimentos? ¿Por una malísima distribución? ¿Porque estas cumbres son una fotografía y un titular que se desvanece con el paso de los días?
El problema de la alimentación mundial radica en factores económicos y políticos. Según los datos proporcionados por distintas organizaciones internacionales los precios de los alimentos han aumentado un 80% sólo entre 2007 y 2008, y ese aumento perjudica principalmente a los países en vías de desarrollo.
Después de los dispendios y los atracones de estos días festivos, deberíamos tentarnos las ropas, ponernos la mano en el pecho y meditar qué estamos haciendo bien y qué es lo que estamos haciendo rematadamente mal.
Algunos datos proporcionados por Manos Unidas hablan de:
- 925 millones de personas padecen de hambre crónica
- Cada 6 segundos muere un niño por causas relacionadas con el hambre
- El hambre mata más personas que el SIDA, la malaria y la tuberculosis juntas
- En el mundo hay 1.400 millones de personas pobres, que viven con menos de 1,25 $ al día.
¿Qué podemos hacer? Me he hecho muchas veces esa pregunta ¿Apuntarnos a una de esas asociaciones que luchan contra el hambre? ¿Es solución? ¿Gastar menos? ¿Está en nuestras manos la solución? ¿Nos podemos quedar tranquilos diciendo que es cosa de los gobiernos? De verdad que me gustaria ver un rayito de luz y poder contribuir de una forma eficiente a que esa situación cambiase.
ResponderEliminar¡Ojalé tuviera yo respuesta para todo, Chelo!
ResponderEliminarNo obstante, parece muy claro que la solución no podrá venir desde arriba, porque por arriba se piensa más en otras cosas que en arreglarles la vida a quienes más lo necesitan. Como seguramente sabes por algún comentario mío, dedico mi tiempo y esfuerzo en Cáritas, donde tenemos un lema que dice así: "Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, podemos cambiar el mundo". No se trata tanto de cómo puedo yo, tan poca cosa, cambiar las injusticias del mundo, como de hacer el esfuerzo por cambiar aquellas pequeñas cosas a las que mis fuerzas alcancen.
Por otra parte, el cambio total tiene que venir desde abajo, desde un potente movimiento social que clame por un reparto más justo, por unas políticas comerciales y de distribución más honestas. Ahora no nos gobiernan los electos, sino la especulación del capital, esa concentración del dinero cada vez en menos manos; pues tendremos que decirle al dinero que sólo es un ídolo, y tendrán los estados y las personas que situarse por encima de la esclavitud a la que nos somete el dinero.
¡Hay mucho por hacer, al menos, pequeños gestos!
Solo con leer lo que dices Francisco y de las cifras que exhibes me da vergüenza seguir pensando en la preparar la próxima comida. Debemos pensar y actuar. Se necesita un cambio.
ResponderEliminarEs vergonzoso lo que las naciones del mundo permiten. Son ellas, sus dirigentes, los que tienen en sus manos acabar con esta injusticia.
ResponderEliminarUn beso Francisco.
Estoy de acuerdo contigo Francisco, no podemos justificarnos en que lo tienen que arreglar desde arriba. Todos somos responsables de cuanto sucede en el mundo, unos por tiranos, otros por cómplices y otros por omisión. Ojalá no hicieran falta las organizaciones que mencionas, pero hacen más falta que nunca. Yo soy miembro de Intermon Oxfam desde hace un montón de años. No soy religiosa, soy totalmente atea, pero eso no es escusa para no colaborar con organizaciones que tratar de, como mínimo, paliar un poquito todo ese drama humano. Lo malo del capitalismo salvaje en el que estamos inmersos, es que con dinero lo compran todo, incluso las conciencias de las gentes que se dedican a echar toda la culpa a los "de arriba" y no se cuestionan echar una mano allá donde se necesite. Pero en fin, es muy largo de debatir porque, si somos muchos más, que lo somos, los pobres y buenas personas ¿por qué siempre ganan los mismos, no será porque sí que somos muchos más pero muy poquitos a comprometerse de verdad?
ResponderEliminarNo, no debemos esperar a que nos den la solución, debemos asumir compromisos, tanto para ayudar en lo que podamos como para denunciar a los explotadores y compradore de almas.
Un abrazo muy fuerte Francisco y gracias por ser como eres.
Yo me hago la misma pregunta que se hace Chelo y que se hace la mayoría de la gente, ¿que podemos hacer? si, puedo hacer pequeños gestos como tu dices, y lo hago socorriendo a la persona que tengo cerca y pide pero eso no arregla el hambre en el mundo, me quedo tranquila porque le di a esa persona que veo pero esa tranquilidad no es buena, solo le he dado de comer en ese momento a una persona, y el resto? los gobiernos tendrían que mojarse y nosotros tendríamos que exigirlo.
ResponderEliminarNo, no estamos cumpliendo, nos parapetamos detrás de algo que llamamos impotencia.
un abrazo
No hace mucho me decía una trabajadora social: "Cuando se da una limosna a un pobre en la calle, le estás condenando a la calle, a pesar de que limpies tu conciencia; las limosnas se deben dar a instituciones que las canalicen tratando de sacarles de su situación de pobreza y puedan alcanzar su dignidad de personas".
ResponderEliminarPara mí está muy claro que está llegando el tiempo de hacer algo. Esta es una situación que va empeorando día a día, en la que hay mucho desaprensivo que hasta enriquece dando una vuelta más de tuerca a la pobreza del otro.
Se necesitan líderes valientes que salgan a la calle con fuerza y denuncien la pasividad de los estados: es indignante que a estas alturas se a la hambruna la primera causa mundial de muerte.
Sucede que el 80% de los bienes los consumimos el 20% de los humanos; mientras el 80% restante se tienen que conformar con las migajas del 20% de los bienes. Necesitamos una revolución. No nos podemos igualar por arriba, porque no habrían medios suficientes, pero está claro que unos tienen que subir y otros abajarnos un poco: tenemos que compartir.
siempre es mal momento para el hambre
ResponderEliminarLo peor de todo es que nos estamos acostumbrando a estas cifras y apenas le prestamos atención. Es lamentable que parte de la humanidad muera de hambre, mientras otra parte se despilfarra tanto. Pero... ¿qué podemos hacer nosotros?
ResponderEliminarGracias por comentar en tijerasdepapel. Esa anécdota que cuentas de tu abuelo era antes muy habitual, la gente oía fascinadaal lector.
Un abrazo.
Impactante imagen y las cifras marean. Qué falta de sensibilidad seguimos teniendo...
ResponderEliminarMe ha dado vergüenza después de reflexionar sobre todo lo que he comido estas fiestas.
Un abrazo
Sólo un recorte de prensa:
ResponderEliminar"El peor año para la credibilidad de la economía española y uno de los más negativos para la bolsa ha hecho una mella relativa en las grandes fortunas. Los ricos han ganado en bolsa 2.748 millones, un 8,6% más que en 2009, cuando ya aumentaron sus ganancias un 27%. Así se consolida la recuperación económica de estas grandes fortunas que en 2007 y 2008 habían registrado pronunciadas pérdidas de sus participaciones en bolsa".
Muchos habeis comentado detrás de mi y sigo sin contestación a mis preguntas. Llevo muchos años apuntada a más de una ONG y colaborando con ciertas campañas de ese tipo y no veo un cambio sustancial, y eso que hora hay muchas, muchísimas mas asociaciones de ese tipo y por lo tanto tendría que llegar mucho mas dinero ¿no?
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