Cuando dejamos de escribir a los Reyes Magos, al descubrir quiénes son los que compran los regalos, solemos hacer peticiones orales a los nuestros, pero nos quedan de por vida sus majestades para pedirles lo muy complicado o imposible, los sueños nada fáciles de alcanzar. Hacía años que no les había escrito y hogaño que me he decidido, no sé en qué me he confundido y me ha venido la carta devuelta.
Les pedía equilibrio, para ver las cosas sin apasionamiento, con equidistancia y mesura, sin dejarme arrastrar por la pasión encendida ni el frío desangelado del desinterés. Les pedía sabiduría, pues sólo el sabio tiene el poder de discernir lo bueno de lo optimo, lo malo de lo pésimo y siempre encuentra el camino que le lleva a verdad y a la felicidad. Les pedía capacidad para el encuentro, ya que quien se mira a sí mismo sólo está en condiciones de vivir solo, y lo que le espera es florecer en narciso mientras se ahoga en las aguas temblorosas del espejo. Le pedía ternura para mirar como propio los dones ajenos. Les pedía austeridad; para después de los dispendios de estos días no distanciarme mucho de todas aquellas criaturas que perdieron al tiempo que el trabajo todo el poder adquisitivo. También les he pedido generosidad para compartir todo aquello que no me es imprescindible y crear con ello una corriente de comunicación y comunidad de bienes. Les pedía desprendimiento, para poder llevar a cabo el pedido anterior. Les pedía creatividad con la que agasajar cada día a mis ya numerosos lectores, a los que siento tan cercanos y que tanto bien me hacen. Les he pedido grandes dosis de modestia, para no creerme todos los halagos recibidos, no sea que me hinche como un pavo y me rellenen siguiendo una de las recetas de Katy en “Para hincar el diente”. Finalmente les pedía capacidad de comprensión y consuelo, para acoger sobre mi pecho las cuitas de quienes me cuentan y esperan de mí píldoras de ánimo con las que combatir la desesperación de los quebrantos.
mi buen amigo eso fue el cartero que no supe hacer bien su trabajo, ya veras como sin haber llegado la carta tus regalos serán concedidos con el transcurso del tiempo, un besin muy grande de esta asturiana.
ResponderEliminarNo me extraña que te haya sido devuelta la carta. Al abrirla y leerla, los Reyes se preguntaron ¿y como le vamos a regalar algo que ya tiene de sobra?, mejor le regalamos..., por cierto Melchor, ¿que se le puede regalar a un hombre que lo tiene todo? y todavía lo estan pensando.Pero tu tranquilo, que el regalo llegará.
ResponderEliminarUn beso y un fuerte y calido abrazo
Creo que les pedías demasiado Francisco. Ojalá estén en ello y al final todo se haga realidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Monsieur, tal vez el sello no fuera correcto, o tal ves les desconcertara el hecho de que pidiera usted cosas que ya tiene. Pensarían que había un error.
ResponderEliminarDebería intentarlo usted de nuevo.
Feliz fin de semana
Bisous
Bisous
Jejej venía con un regalito para tu estupendo blog y ne he encontado con esta sorpresa:)Gracias por la mención, No te vamos a rellenar como un pavo:) Te traigo un regalito como si de telepatía se tratara:
ResponderEliminarEn mi blog de
http://katy-agradeciendoregalos.blogspot.com/
tienéis un premio. Si es tu deseo, nos encantaría que lo recogieras. Es más que mercido
Un beso
Pedías demasiadas cosas, sensatas eso sí. Por eso te la han devuelto.
ResponderEliminarUn saludo.
Estos magos de Oriente ya tienen una ruta fija con parada en los grandes almacenes y seguro que de tus peticiones poco había en sus estanterías. La falta de costumbres le ha desorientado, si hubieras puesto una videoconsola otro gallo cantaría.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Pedid, que se os dará".
ResponderEliminarPues eso, usted siga idiendo, aunque mucho de todo eso ya obre en su poder, sin que usted se haya percatado!
Un abrazote!
;)
Yo creo que la carta te la devolvieron para que te acuerdes de todas las peticiones. Ellos no saben que ahora se pueden hacer copias e incluso se guardan en el ordenador.
ResponderEliminarSabias peticioes.
Un beso
Si la carta te vino devuelta, no te sientas triste, que tus peticiones se irán cumpliendo porque nacen de un corazón puro que aspira a ser mejor cada día. Comparto tus deseos y me apunto tu lista para que me sirva de inspiración cada día de mi vida.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en este año que recién empieza.
Un fuerte abrazo Francisco
El servicio de Correos no es ya lo que era.... Con razón quieren privatizarlo.
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