La costumbre anestesia
los momentos de gloria
y los viste de diario.
Tu vida y mi vida,
dos sumandos desiguales
en busca de la unificación.
Mirando hacia atrás,
fue tu sonrisa jovial
el envolvente de mis días.
Miro al que he sido
y todavía queda algo de aroma
de mis reminiscencias.
Tú y yo: dos unidades
de un viejo proyecto
que todavía sigue en vigor.
Luces y sombras:
la vida es un festejo
de aciagas superaciones.
Para el día después,
anúdate a mi sombra:
he reservado asientos
contiguos por la eternidad.
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