El
peor de los males es salir del número
de
los vivos antes de morir.
SÉNECA
No es fácil ser Lazarillo
de uno mismo,
ciego y guía al mismo
tiempo,
de pasos fatigosos y
titubeantes,
objetivo de todos los padecimientos
y apósito que lleve
templanza
a cada una de las mermas y
dolencias.
Para cada mal una
farmacopea,
mas no siempre eficaz a
todo trance;
para cada desequilibrio un
reajuste,
pero no es fácil torcer
los caminos
que el infortunio nos tiene
adjudicados.
Aceptación. Cargar con la
cruz
y seguir al ritmo más
acorde,
vadeando los caminos de la
vida,
pero sin bajar los brazos
ni rendirse,
tratando de gozar el
presente
sin arrancar las hojas del
calendario
buscando la salida, sin
que hayan sonado
las agudas trompetas del
apocalipsis.
Hay que aceptarlo, no queda otra, hoy por ejemplo me he levantado con un ataque de artrosis en el pie derecho, pues nada, a andar como se pueda-
ResponderEliminarUn abrazo.
Aceptación y paciencia. Agradecimiento a pesar de todo y seguir.
ResponderEliminarMil besos de anís.