No sé con certeza, qué es lo
que me aturde
este tiempo de
enclaustramiento, esta nausea,
este estado de confusión y
mareo constante.
Renuncié varias veces a
subirme a un crucero
y parece el castigo innoble
de un Neptuno menor,
enfadado por no aventurarme
fuera de tierra firme.
Me duermo en la caracola de
un torbellino
que me desinstala y me hace
sentir naufrago;
cuando despierto, la
escollera de la almohada
es el cortante filo que me
urge a incorporarme
y, al sentarme al borde de
la cama,
me acosa la claustrofobia de
un camarote
angosto que se agita en el
torbellino
de una espiral a merced de
otras voluntades.
No remite de inmediato; ni
lo hace en todo el día,
tan solo se remansa sin
llegar a aquietarse
un tanto. Y sigo, sigo
instalado en este canal
reseco y navegable que me
encarcela y martiriza.
Me gusta chapo casi lo percibo
ResponderEliminar¡Qué maravilla, hacer coincidir a otra persona con lo que has trazando a base de palabras! Muchísimas gracias, MG.
EliminarUn abrazo
Mareado en tierra sin necesidad de barco. Bebe con moderación . Jejeje .
ResponderEliminarUn abrazo .
Algo así debió sentir "Marinero en tierra" cuando cambió el Puerto de Santa María por Madrid.
EliminarUn abrazo.
Genial... quedó la situación tan real, que surge la necesidad de ir a salvarte de ese sentir.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Ven, Sara, te espero en mi verdad, en la sencillez de mi casa, en la acogida de mi musa y enfermera.
EliminarUn fuerte abrazo.
Bueno ... Cuántas cosas me hace pensar este verso " No remite de inmediato; ni lo hace en todo el día,"
ResponderEliminarMe aferro a que el poeta es un fingidor como decía Pesoa porque no me gusta que sea de otra manera. Un fuerte abrazo.
¡Cuánta razón tiene Pessoa! Uno no es un fingidor ni un mentiroso, pero el poeta tampoco sabe hablar de lo que no ha sentido o leído. En fin, Chelo, me quedo con tus buenos deseos para mí.
EliminarUn fuerte abrazo.
Casi nunca sé algo con certeza. Me consuela que haya alguien a quien le pasa algo parecido.
ResponderEliminarTodo el que asegura que está cierto de algo es porque desea en su corazón que fuera así. Consuélate saber que todos somos limitados, Felipe.
EliminarUn abrazo.
Me encanta las vueltas a los blogs y sobre todo volver a leerle por aquí. Su poesía, siempre tan certera y preciosa. Abrazo
ResponderEliminar¡Qué maravilla y qué estímulo encontrar un comentario como este! Muchas gracias, Ángeles por sus palabras.
EliminarUn abrazo.