Cuando todavía no sabía
que acabaría perteneciéndote,
ya soñaba en unos brazos
que habrían de acunarse
a mi cuello como bufanda
en los cruentos inviernos.
Cuando todavía no sabía
que acabaría preso de tu
mirada,
el lucero del alba
centelleaba
y corroboraba mis sueños
haciendo de melaza la
espera.
Cuando todavía no sabía
que acabaría siendo parte de
ti,
mi tristeza se hacía arroyo
juguetón,
agua que salta apagando mi
sed,
como el afrodisiaco festín
de dos ángulos
que se complementan y se
buscan.
Toda una vida por delante.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
"La vida por delante", de Fernando Fernán Gómez. La vida es una comedia de la que nadie sale vivo, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Amor predestinado...
ResponderEliminarUn abrazo amigo poeta.
Mil gracaias, MA, por tus palabras.
EliminarUn abrazo.