18 septiembre 2018

CENTRADO EN LA LECTURA





Parecía centrado en la lectura del periódico;
leía sin voracidad, como mascullando
cada palabra del diario
en el que tenía hundida su mirada
detrás de sus viejos espejuelos.

El café, como si llevara otra velocidad,
era un bullicio de entradas y salidas,
un trasiego incesante y rutinario:
camareros uniformados
enviando silenciosas comandas por una App.

Él, con su traje raído del uso, su corbata negra
y descolorida, anunciando soledad,
ocupaba cada día la misma mesa
al fondo, junto al ventanal,
como quien observa la vida desde la distancia
de un palco sin prestarle demasiada atención.

En el mural izquierdo, negro pizarra,
caligrafía esmerada en blanco
con una oferta larga y dilatada
como jornada de vendimia.

En un ángulo de su mesa, una taza
marcada por los posos del café
y un vaso de agua a medio consumir;
las gafas sobre el extremo de la nariz,
detrás del periódico desplegado,
el anciano ha dado una cabezada
y vuelve de nuevo a centrarse en el diario.

8 comentarios:

  1. El mundo que reclama su atención está delante de sus gafas, impreso. El otro ya le va interesando menos.
    Un abrazo, Paco.

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    1. La soledad tiene estas cosas. Esta mañana he visto en el cruce de una calle a cuatro jóvenes que cada uno consultaba su teléfono móvil; otro tipo de soledad.

      Un abrazo

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  2. No me imagino a ese bar, cafetería o casa de comidas, donde un, digamos, jubilado (por no decir un viejo) dormita con un café y un periódico delante de su cara al tiempo que ese bar, cafetería o casa de comidas tramitan gracias a un App comidas a sabe dios que lugar.
    ¿A donde vamos a llegar?

    UN abrazo.

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    1. Esa App es el nuevo sistema que tienen ya muchos bares para pasar la comanda a cocina y caja. El viejo cliente sigue en su mundo y a su ritmo, apartado del resto, Emilio.

      Un abrazo.

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  3. A cierta edad se detiene el tiempo para poder darse el lujo de entregarse a la actividad que sea hasta con cabeceadas incluidas : )
    Besos anisados.

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    1. Tienes razón, Sara. Por eso decidí hacerle un homenaje a ese anciano que vive su soledad en medio del bullicio sin alterarse.

      Besos de anís.

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  4. Preciosa escena, con imágenes metafóricas de tiempos y épocas muy dispares. Me ha gustado muchísimo el contraste que generan. Precioso de veras. Con tu permiso lo comparto en goole +.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Rebeca, por tus palabras y por compartirlo. Me gustaría que me pasaras el enlace de dónde lo has compartido.

      Un fuerte abrazo.

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